En esta conmemoración se quiere denunciar e informar a la sociedad sobre uno de los peligros más dañinos que acechan a la supervivencia del buitre en todo el planeta, el diclofenaco, un medicamento antiinflamatorio usado frecuentemente para tratar a los animales de la ganadería.

Otra de las causas es la desaparición de alimento en el campo por el declive de vida silvestre como cérvidos y el descenso de los muladares donde se depositaban los cadáveres principalmente de ganadería, según ha informado el parque en un comunicado.

Numerosas especies de buitres sufren un alto nivel de amenaza, por lo que ya es urgente "pasar a la acción" en su protección con medidas que eviten su desaparición, pues representan un eslabón imprescindible en la cadena trófica y en la preservación de la biodiversidad.

La población de buitres africanos se encuentra en una situación de decrecimiento muy preocupante: de las 23 especies de buitres que existen en el mundo 11 son africanas y 7 de estas últimas están en peligro de extinción según la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Bioparc Valencia alberga cinco de esas especies de buitre gravemente amenazadas: dorsiblanco (Gyps africanus), cabeza blanca (Trigonoceps occipitalis), leonado (Gyps fulvus), palmero (Gypohierax angolensis) y encapuchado (Necrosyrtes monachus).

Así, ha querido aprovechar la ocasión para "hacer un llamamiento y poner en valor el papel de estas especies generalmente minusvaloradas pero que resultan esenciales para mantener el equilibrio ecológico" y ha preparado una propuesta de actividades especiales este sábado.