Según la misma fuente, el alquiler, de 18.000 euros anuales que se pasan en recibos trimestrales, se abonó desde noviembre de 2016 hasta mayo de este año, cuando se dejó de pagar ya que la propietaria del inmueble, la Fundación Dolores Sopeña, no acometió su parte de las obras.

Asimismo, desde el Ayuntamiento se enviaron varios requerimientos a la citada Fundación sin que se obtuviera respuesta. El último recibo del pago trimestral de mayo del alquiler no se pagó. Cabe recordar que, de acuerdo al contrato, el Ayuntamiento asumía una inversión fija para a reforma y todo lo que excediera lo debería hacer la Fundación Dolores Sopeña, cosa que no ha hecho hasta ahora.