Adolfo Suárez Illana, hijo del primer presidente del Gobierno democrático, Adolfo Suárez, ha afirmado hoy que podría comunicarle por la mirada a su padre la tristeza por la muerte de Leopoldo Calvo Sotelo, pero ha añadido: "Me voy a ahorrar el transmitirle eso".

"A mi padre le puedo transmitir las palabras porque sé que no las va a entender, y podría transmitirle la tristeza a través de los ojos, porque eso sí sé que lo recibe, pero me voy a ahorrar el transmitirle eso", ha declarado Suárez Illana a los periodistas en el Congreso tras visitar la capilla ardiente de Calvo Sotelo.

Adolfo Suárez padece desde hace años una enfermedad neurológica degenerativa que le ha hecho perder las cualidades cognitivas. Su hijo ha explicado que su presencia en la capilla ardiente del ex presidente del Gobierno de la UCD también es en nombre y representación de su padre.

Suárez Illana ha elogiado la figura de Calvo Sotelo, tanto como "amigo" como por su condición de jefe del Ejecutivo entre febrero de 1981 y diciembre de 1982. "Para mí, aparte de ser presidente del Gobierno, era Leopoldo, un personaje que era amigo de la casa, que ha estado siempre detrás, tremendamente cariñoso", ha explicado.

Como político, ha recordado que fue uno de los "pocos hombres que dirigidos por el Rey, devolvieron la soberanía al pueblo español hace 30 años". A su juicio, su papel en el 23-F fue "su mayor aportación a la vida pública española" y -ha añadido- "por todo ello, merece el recuerdo y el homenaje" que se le brinda en el Congreso.

Suárez Illana, abogado y militante del PP, llegó pasadas las 10.00 horas a la capilla ardiente, donde ha permanecido durante más de dos horas acompañando a la familia del fallecido.