Hay gente para quien su 'año nuevo, vida nueva' comienza en septiembre. Por trabajo, por amor o por mudanza. Y estos dos últimos casos son los que nos ocupan, porque Albert Rivera y Malú no solo siguen juntos, sino que ya se conviven bajo el mismo techo.

Desde que se supiera de su romance, allá por el pasado febrero, hasta que se les viera por fin juntos el pasado mes de julio a la salida del hospital de Móstoles, al sur de Madrid, debido a una gastroenteritis aguda del político, mucho ha llovido.

Se han escuchado rumores de ruptura constantemente, no han hecho ninguna aparición en común, la gente se preguntaba si era que estaban llevando la relación con absoluta discreción o si no había relación en absoluto.

También hay que recordar que en 2018, Albert Rivera sí mostró públicamente parte de sus vacaciones privadas, aunque por aquel entonces lo hacía con su expareja, Beatriz Tajuelo.

Y la respuesta es que no solo siguen enamorados dos meses después, sino que va tan viento en popa su amor que, gracias a unas fotografías exclusivas de la revista Semana, ahora se sabe que la artista y el líder de Ciudadanos han dado un paso más y llevan un tiempo conviviendo juntos.

En las imágenes se les puede ver llegando al chalet de Malú. La sobrina de Paco de Lucía vivía hasta ahora sola en esta vivienda unifamiliar en la urbanización La Florida que le costó alrededor de un millón y medio de euros en octubre del año pasado, tras poner a la venta su anterior casa en Majadahonda por 920.000 euros.

Sin embargo, ahora la vivienda está de reformas, dado que necesitan modificarla dado que cuando se complete el traslado la vida de ambos dará un pequeño vuelco y han de dejarla al gusto tanto de la artista como del político.

Así que cero rumores de ruptura, puesto que las instantáneas de la citada publicación muestra al coche oficial de Rivera pasando a recogerlo a primera hora de la mañana del pasado 2 de septiembre, el día de su reaparición pública. Entraba por el garaje y poco después salía hacia el Congreso de los Diputados.

Además, hace tan solo unos días, recién regresados de sus vacaciones, la pareja fue a uno de los restaurantes más afamados de Pozuelo de Alarcón, el Urrechu, en el Zoco del municipio. Allí desgustaron, según los testigos, rollitos de cigalas acompañados de vinagreta de soja y ensalada de primero y chuletón de buey con guarnición de segundo.

Los allí presentes, que describen el look de ambos como informal, desenfadado y veraniego (él, camiseta azul, vaqueros y zapatillas, y ella, igual aunque camiseta de color rojo y gafas de sol), aseguran que fue el líder de la formación naranja quien pagó la cuenta, que también incluía el agua y el vino que degustaron.

Todos los medios están pendientes, además, de este sábado, en la que será la primera aparición pública de ambos. Será en la boda de Melendi, a cuyo enlace tanto el político como la artista han confirmado su asistencia.