Así lo ha confirmado la teniente de alcalde y portavoz Ana Cebrián, quien ha reconocido que la propuesta -que ha partido del alcalde Manolo Barón y del equipo de gobierno- ha sido bien recibida por los portavoces del resto de grupos en el transcurso de una reunión mantenida esta semana a tal efecto.

Cada grupo político, a partir de ahora, podrá presentar cuatro mociones por Pleno, de las cuales dos podrán disponer de pronunciamiento -debate- en el mismo con unos tiempos de intervención de seis, tres y dos minutos por ronda.

Por otra parte, se regulan los turnos de ruegos y preguntas a través de la formulación de un máximo de siete por grupo, equiparando así la labor de los grupos de la oposición tengan el número de concejales que tenga.

Todos los portavoces han coincidido a la hora de reconocer que no se mantenía ni el ritmo ni las formas de los Plenos tal y como habían discurrido en los últimos años, por lo que era necesaria una reestructuración de los mismos con el objetivo de hacer unas sesiones mucho más prácticas y dentro de un orden, acercando así más la vida política municipal a los ciudadanos.

En cuanto a las mociones por urgencia, no podrán establecerse en su caso de forma previa precisamente porque el carácter urgente de las mismas será el que determine su inclusión en el orden del día.

También se ha concretado que anualmente habrá dos plenos monográficos, uno sobre Presupuestos y otro sobre el Estado de la Ciudad. Cebrián se ha mostrado satisfecha "de que el resto de portavoces hayan aceptado con agrado estas propuestas, que entrarán en vigor en el próximo Pleno del 20 de septiembre".

Ha destacado además que esta iniciativa surge desde el equipo de gobierno para iniciar una nueva etapa "con ánimo constructivo y de colaboración mutua, intentando trabajar todos juntos con el propósito de que los plenos sean más ágiles tras comprobar cómo algunos grupos han desperdiciado en los últimos años la oportunidad de hacer una oposición constructiva tratando además de desestabilizar el orden".

"No puede concebirse un pleno con hasta 17 pronunciamientos o sesiones de más de diez horas de duración, porque lo único que conseguimos es hacer difícil a los vecinos que puedan seguir la actualidad de su ciudad", ha concluido Cebrián.