Las obras de la fachada de la Plaza Vieja rescatarán una placa oculta y la historia de sus inscripciones

  • Las obras que se iniciaron hace dos meses destinadas a ennoblecer la fachada principal de la Casa Consistorial de Almería rescatarán un elemento singular que ha permanecido oculto durante décadas debido a la reforma que a principios del siglo XX efectuó el arquitecto Trinidad Cuartara, que enterró bajo una capa de yeso la placa que corona la entrada principal del ayuntamiento sobre el propio dintel.
Placa dedicada a Isabel II ubicada sobre la entrada principal del ayuntamiento de Almería
Placa dedicada a Isabel II ubicada sobre la entrada principal del ayuntamiento de Almería
EUROPA PRESS - Archivo
Placa dedicada a Isabel II ubicada sobre la entrada principal del ayuntamiento de Almería

Como parte de la actuación municipal, la obra para dignificar el aspecto de la casa central también dedicará un lugar a detallar los cambios ligados a la historia de las inscripciones que han presidido la puerta del edificio, según han indicado a Europa Press desde el Ayuntamiento, donde han observado la posibilidad de colocar una leyenda informativa en metacrilato.

La última inscripción salió a la luz hace poco más de un año durante las obras del edificio, si bien con el propósito del equipo de gobierno de engalanar la fachada se ha optado por recuperar tanto la lápida actual, en la que aparece una inscripción con dos textos superpuestos -ambos ilegibles- de los que uno está dedicado a Isabel II, como su historia.

Para ello, el equipo redactor del proyecto encargó una investigación histórica mediante la que se ha documentado, al menos, la aparición de una decena de textos a lo largo del siglo XIX, los cuales han ido variando conforme se han sucedido los acontecimientos históricos y los cambios políticos.

"De la placa lo sabemos prácticamente todo, menos lo que pone", ha indicado a Europa Press el historiador Juan José Tonda, quien más allá de este aspecto ha valorado la metahistoria en torno a estas inscripciones destinadas a ensalzar el poder del momento. "Pienso que algún día vamos a dar con el texto porque ya hemos encontrado algunas referencias", ha explicado, no obstante.

Por el momento, la exploración de la losa ha permitido adivinar algunas palabras, aunque los investigadores confían en que un examen más de cerca pueda aportar mayor información y comprobar si en la parte posterior existen otras inscripciones. De la inspección preliminar se ha extraído el texto literal: "el absoluto mando/regirá ominoso/n el blando/panol venturoso/libertad van recobrando/(I)sabel su reyno ermoso/que el pueblo solemniza/en te mármol simboliza".

1862, POSIBLE ORIGEN DEL MÁRMOL ACTUAL

Los indicios han hecho suponer, por el momento, que la placa actual podría haberse colocado originalmente sobre 1862 por la Diputación Arqueológica -una sociedad intelectual del momento-coincidiendo con una breve visita de Isabel II a la capital y que, tras haber sido destruida en septiembre de 1868 durante la Revolución Gloriosa, se habría restituido mediante una copia en 1875 con la Restauración.

Asimismo, en relación a la visita de la reina, también se encuentra documentada la poesía que una joven de la burguesía ilustrada de la época llamada Alicia O'Connor de Iribarne le dedicó y que tanto gustó soberana que pidió que se pusiera en mármol, aunque no se ha constatado si llegó a cumplirse su deseo.

Aún así, constan en los archivos otras inscripciones dedicada a Isabel II que, entre 1832 y 1875, habrían competido y sido objeto de cambio por las disputas entre liberales y moderados, quienes habrían dedicado sus textos a promover el poder absolutista.

La investigación ha conseguido dejar constancia de una primera inscripción en 1814 en la que rezaba el texto 'Este es el tiempo de feliz memoria en que Fernando reina dignamente pues lo lleva en su carro la Victoria y la oliva y el laurel ciñen su frente', la cual fue encargada por la Marina de la Guerra y a la que sucedieron al menos dos textos más con la revolución liberal de 1820 y el Trienio Liberal.

Entre tales fechas se ha constatado al menos una decena cambios de inscripciones e incluso de ubicación, ya que la fachada del ayuntamiento tuvo tres aspectos distintos a lo largo del XIX.

El mármol actual deja leerse en parte sobre la mitad derecha, si bien la izquierda está picada posiblemente para enlucir y reescribir otro texto del que solo se ven algunas letras, ya que los cambios se sucedieron también durante la Restauración de Alfonso XII y la II República. Tras ella y con el periodo de dictadura no quedó constancia de nuevas lápidas.

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