Primero fue la recuperación de la figura del teniente de alcaldía de Seguridad de Barcelona el pasado julio, cargo que ejerce el exdirector de la policía catalana Albert Batlle. Unos días más tarde llegó la promesa del conseller de Interior, Miquel Buch, de destinar 300 mossos más a la ciudad a partir del otoño. Luego, en agosto, el gobierno municipal aseguró que convocará 1.000 plazas de Guàrdia Urbana este mandato. Y ahora el próximo paso que prevé dar el equipo de la alcaldesa, Ada Colau, ante la "crisis de seguridad" –así define la situación el propio Batlle– es apoyarse más en los vecinos. Lo hará con la convocatoria entre este septiembre y principios de octubre de los consejos de Prevención y Seguridad de Distrito, el primero de ellos previsto este miércoles 4 de septiembre, en Nou Barris.

Se trata de reuniones donde entidades ciudadanas y representantes municipales comparten diagnósticos e información, una herramienta más que Batlle utilizará contra una escalada de la delincuencia que empezó en el anterior mandato y que se ha hecho especialmente vistosa este verano, con ocho homicidios entre julio y agosto, cuatro apuñalamientos el mes pasado y diversas peleas nocturnas, una de las más recientes, con catanas.

Desde el Consistorio apuntan que los "resultados del trabajo" en los consejos de distrito "se tendrán en cuenta en las sesiones del Consejo de Seguridad Urbana de Barcelona", que son tres ordinarias al año –en febrero, junio y octubre–. Destacan, además, que en la reunión de Nou Barris del miércoles "se explicarán las líneas estratégicas del nuevo equipo de gobierno de Seguridad, se repasarán los últimos datos sobre delincuencia en cada territorio y se presentarán los mandos de la Guàrdia Urbana y los Mossos d'Esquadra de cada distrito".

La previsión de llevar a cabo estos consejos territoriales, sin embargo, no ha acallado a los vecinos, que siguen organizando acciones para denunciar el aumento de la delincuencia en la ciudad y reclamar soluciones. El sábado 14 de septiembre a las 17 horas la plataforma Tsunami Veïnal ha convocado una manifestación que empezará en la Via Laietana, frente a la que fue la sede central de Correos, y que terminará en la plaza Sant Jaume, ante el Ajuntament y la Generalitat. Por el momento, ya han mostrado su intención de participar en la movilización más de 30 entidades.

Es una reacción ciudadana a la situación que reflejan los últimos datos que hicieron públicos los Mossos d'Esquadra el día 21 del mes pasado, cuando evaluaron el plan estival de acción policial en Catalunya y Barcelona. Estos muestran que desde principios de año y hasta el 15 de agosto hubo 5.331 robos violentos en la capital catalana, un 30% más que en el mismo periodo de 2018, y que se registraron 12 homicidios, dos más que en todo el año anterior. El total de delitos, según Batlle, ha crecido alrededor de un 9% en lo que va de 2019.

Fuentes de los Mossos d'Esquadra apuntan que el cuerpo policial tiene previsto dar datos actualizados el próximo jueves 5 de septiembre, cuando se celebrará la primera reunión para elaborar el Plan Estratégico Barcelona Segura.

"Vemos más policía pero la situación no está normalizada", dice el portavoz de Tsunami Veïnal, Manel Martínez, que aunque cree que Batlle "tiene buena voluntad", apunta que "aún hay mucha inseguridad" y que "no se están explotando todas las posibilidades que la Carta de Barcelona otorga a la ciudad". Su plataforma reclama, sobre todo, que la Guàrdia Urbana ejerza un papel "más disuasorio" y que tenga "unidades fijas" en los puntos más conflictivos de la capital catalana.

A pesar de que los datos sobre delincuencia no son tranquilizadores, hay quien rebaja la gravedad de la situación . Es el caso, por ejemplo, de Santi González, de la Xarxa Veïnal del Raval, que asegura que "la sensación es de que el barrio está más tranquilo que el año pasado", o del Colegio de Criminólogos de Catalunya, que apunta que "no hay ninguna crisis de seguridad" pese al "crecimiento notable" de los delitos.