El delegado del Gobierno en Baleares en funciones, Ramón Morey, ha defendido este viernes que las inundaciones de los sótanos del nuevo juzgado de Ibiza "en nada" van a "perturbar o retrasar" la puesta en marcha de la sede, que "puede estar en funcionamiento" en un mes.

Morey ha visitado el edificio de los nuevos juzgados para "examinar 'in situ' la situación que se había creado", después de que el pasado martes las lluvias provocaran la inundación de la planta sótano de la sede judicial, aún por inaugurar.

Durante la visita, el delegado ha sido informado de las posibles causas y sobre si la incidencia puede provocar retrasos en la puesta en marcha de los juzgados.

Sobre los sótanos, Morey ha reiterado que la "situación está normalizada", aunque ha reconocido que se produjo una entrada de agua "más que por defectos estructurales, por problemas de evacuación de la red pública de agua".

Según ha detallado, el edificio desagua por dos partes, y se produjo un colapso en la red de evacuación de la avenida Isidoro Macabich con las lluvias del martes.

"Se produjo una situación de carga y la red pública no dio abasto para absorber toda el agua", ha dicho, recordando que el problema tiene "diversas" soluciones posibles, como la instalación de válvulas anti-retorno de aguas o sistemas de aliviaderos.

"Al fin Ibiza tendrá el edificio judicial que se merece desde hace mucho tiempo", ha añadido Morey, que ha considerado la incidencia "como una prueba de estrés que se ha superado".

El traslado se ha iniciado con el acondicionamiento de salas y mobiliario. "Si todo sale bien, en un mes podría estar en funcionamiento", ha reiterado el delegado, quien ha explicado que la puesta en marcha puede ser "pausada" puesto que es "lo más razonable", evitando un "colapso inmediato" si se traslada a todo el personal y el material el mismo día.

También ha descartado cambiar de ubicación del Instituto de Medicina Legal o los calabozos, tal y como han pedido los sindicatos.

EL DECANO PIDE UNA "ENTRADA TRANQUILA"

Por su parte, el juez decano, Juan Carlos Torres, ha considerado que lo "deseable es una entrada tranquila" a los nuevos juzgados.

Asimismo, ha recordado que "no se trata de un piso o una vivienda, sino de un edificio que va a dar un servicio público judicial", de grandes dimensiones, lo que requiere de unos tiempos determinados.

"Ha sido una prueba casual que ha permitido detectar pequeños fallos subsanados en el mismo día", ha concluido.