La diseñadora cubana Isabel Toledo falleció este lunes a la edad de 59 años a causa de un cáncer de mama, en un hospital del distrito de Manhattan, lo que ha dejado un vacío en el mundo de la moda.

Toledo, que estaba afincada en la ciudad de Nueva York (EE UU), trabajó como diseñadora durante 30 años, período de tiempo suficiente para demostrar que se puede actuar fuera de los circuitos convencionales de la industria: sus colecciones se presentaron en museos, no en las fashion weeks.

La fama tocó a la puerta de la cubana cuando, en 2008, Michelle Obama vistió uno de sus diseños en la primera ceremonia de investidura de Barack Obama, como presidente de Estados Unidos. Asimismo, desde que presentó su primera colección en la ciudad newyorkina, en 1985, la diseñadora acaparó la admiración de los fieles de la moda.

La clave de los trabajos de Toledo residía en la artesanía: "Amo la técnica de coser más que otra cosa", explicaba en una entrevista en 1987. De hecho, Toledo estudió en una de las escuelas más prestigiosas del mundo, el Fashion Institute of Technology and Parsons Schoogl of Design, pero no retomó los estudios en la institución, al volcar la atención en el perfeccionamiento de su técnica.

Personalidades como la actriz Demi Moore  confiaron en las cualidades de la que fue directora creativa, desde 2005, de la marca Anne Klein. Aunque su mayor apoyo fue su marido, Rubén Toledo, con quien colaboró en numerosos trabajos.

Profesionales del mundo de la moda han expresado su dolor en redes sociales. Entre ellos, Vanessa Friedman, del diario New York Times, quien apunta que Isabel Toledo "estará en los libros de historia".