La fuerte tormenta registrada la noche de este lunes en Madrid ha afectado al Hospital de La Paz, donde se han registrado acumulación de agua y filtraciones en algunas estancias, según han confirmado a 20minutos.es trabajadores del centro. También se registraron incidencias similares en otros centros como el Ramón y Cajal y los hospitales de Getafe y Arganda.

Guillén del Barrio, portavoz de la plataforma Urgencias y Emergencias de Madrid en Lucha, ha señalado que la lluvia ha afectado a varias zonas del hospital. El agua entró en la sala de rayos X, lo que ocasionó que durante varias horas se suspendiera la atención en esa área, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia. El personal tuvo que poner toallas en el suelo para sacar el agua de la zona.

También en varias plantas hubo "gente a la que le estuvo lloviendo dentro de la habitación" y se cayeron algunos falsos techos. El aparcamiento de empleados también sufrió inundaciones y durante la mañana de este martes aún se estaba desalojando agua.

Del Barrio destacó que se registraron filtraciones en habitaciones de la primera planta, algo grave tomando en cuenta que el edificio tiene cinco plantas.

"Lo más sangrante ha sido las filtraciones en el área de Traumatología, en esa zona la cubierta ha sido cambiada dos veces", destacó.

Afortunadamente las incidencias no trastornaron mucho el funcionamiento del hospital, porque se registraron en un horario en el que ya hay pocas citas programadas. "Por suerte esta vez no ha habido ningún daño personal, pero el agua y los cables combinan fatal", señaló Del Barrio. Y es que las filtraciones llegaron  a zonas de cableado y mojaron equipos.

No es la primera vez que se presentan este tipo de problemas. Ya en julio pasado, durante un episodio de lluvias fuertes, se inundó la planta de Urgencias y en algunos pasillos se llegaron a registrar "dos dedos de agua", denuncia. Dos pacientes tuvieron que ser trasladados.

El portavoz atribuye estos problemas con la lluvia al deficiente mantenimiento, sobre todo en los tejados, que "no están cuidados". Señala que con los recortes, cada vez son menos el personal y los recursos dedicados a mantener las instalaciones en condiciones óptimas.

"Lo que denunciamos es que los días de lluvia fuerte descubren el pastel del mal mantenimiento de los hospitales", señala. "Los días normales se nota poco, pero en cuanto ocurre algo fuera de lo normal el hospital hace aguas".

Otro trabajador del área de mantenimiento ha señalado que todos estos problemas se vienen registrando desde el año 2012, cuando comenzaron los recortes por la crisis.

Las obras que se necesitan hacer en el centro son usualmente adjudicadas a empresas externas, y aunque son entregadas en tiempo, nadie se ocupa que supervisar que estén bien hechas. "Estamos hartos, se entregan las obras y antes de seis meses ya están dando problemas".

Fuentes del departamento de comunicación de La Paz confirmaron que hubo incidencias por las tormentas, pero declinaron por el momento dar más información.

La Paz no ha sido el único hospital afectado por la tormenta. Del Barrio señala que otras plataformas de trabajadores le han comentado de problemas en las cocinas del Ramón y Cajal, en los quirófanos de Arganda y de filtraciones en el hospital de Getafe.

"Esperemos que no haya más problemas esta tarde", señala el empleado de mantenimiento de La Paz. "Todos los veranos es lo mismo, no nos cabe en la cabeza".

Una portavoz del sindicato MATS (Movimiento Asambleario de Trabajadores de la Sanidad) ha confirmado a 20minutos.es que se registraron filtraciones y "chorros" en las cocinas del Ramón y Cajal.

La portavoz también atribuyó las filtraciones a la falta de mantenimiento, que "deja mucho que desear". "Se gastan el dinero en dejar las cosas bonitas, pero no en mejorar las infraestructuras".

Los problemas se presentan incluso cuando no hay tormentas. La portavoz asegura que en las cocinas de ese centro es común que se vaya la luz, con el riesgo que ello conlleva para conservar los alimentos, y dos o tres veces por semana alguien se queda atrapado en los ascensores.

Estos problemas han sido llevados a la dirección del centro, sin encontrar solución real.

"Siempre nos dicen lo mismo, que están trabajando en ello y que lo van a mejorar", asegura. "Nos dan buenas palabras, pero de ahí no pasa".