El pasado 20 de julio personal del Oceanogràfic de València, expertos en el cuidado y manejo de aves, se sumó al anillamiento de flamencos anual en el paraje natural de las marismas de Odiel, reserva de la Biosfera de la Unesco, ha señalado la entidad en un comunicado.

La acción, que lleva realizándose desde 1986, supone un "hito biológico y ecológico", ya que permite obtener datos sobre individuos nuevos en la zona, así como observar otros que tienen incorporada la zona en su ruta migratoria.

Para ello, los expertos y voluntarios cercan a los animales, dirigiéndolos hasta un área seca. En este transcurso los ejemplares adultos sanos alzan el vuelo y se quedan en el corral de tierra firme únicamente los animales enfermos y juveniles, que presentan un color grisáceo veteado por las alas.

En Odiel, más de 110 juveniles fueron examinados por varios grupos de trabajo que recogen muestras de pluma y de la glándula uropigial, así como de sangre. Además, las medidas morfométricas de peso, talla, pico y metatarso se anotan en un registro que ayuda a determinar el sexo del animal.

Una vez realizado todo el estudio, se les coloca dos tipos de anillas: una más grande con numeración visible y otra metálica más pequeña.

Los adultos que no son recuperables por su afección irán a las instalaciones del acuario valenciano, donde, una vez curados yo recuperados, habitarán en el Lago Vivo.

Por su parte, en la Laguna de Fuente de Piedra, declarada sitio Ramsar, reserva natural y Zona especial de protección para las aves (ZEPA), también acudió también parte del equipo de Aves para participar en el anillamiento de 600 ejemplares de los más de siete mil pollos nacidos en 2019.

En el proceso fueron atendidos 33 animales por veterinarios procedentes de distintas instituciones y otros 15 necesitaron de recuperación e intervención quirúrgica por traumatismos.

La Junta de Andalucía ha permitido que esos 15 polluelos se envíen al Oceanogràfic, donde cinco han necesitado de intervención quirúrgica y el resto se recupera de su estado de debilidad.

De acuerdo con el convenio con la Junta de Andalucía, los animales irrecuperables que no puedan ser devueltos a la naturaleza serán alojados en las instalaciones del Oceanogràfic en el entorno del Lago Vivo.