Os Castros ya no puede más. El carbón que a diario se descarga en San Diego no sólo mancha sus ventanas, sino que cada vez provoca más alergias y casos de asma. A pesar de la batalla vecinal iniciada ya hace una década, con pañuelos blancos en las casas y protestas en la calle, todo sigue igual. Y eso que la asociación de vecinos del barrio ha presentado hasta diez denuncias contra el carbón desde el año 2004.

«Las dos primeras las pusimos en el juzgado y las siguientes directamente en el Seprona, pero nadie nos hace caso», asegura la presidenta vecinal, Margarita Santiago. En el barrio están muy indignados con la respuesta de la Unión Europea a una de sus quejas. «Es increíble que digan que aquí el aire está limpio cuando se cuentan por cientos los afectados», dicen en Os Castros.

De hecho, el recinto cerrado de la Medusa (que usa la compañía Fenosa desde el 11 de julio de 2007)) no evita que Endesa descargue el carbón al aire libre, a pesar de que el propio alcalde, Javier Losada, había dicho que si lo hacía «tendría que marcharse del puerto».

El cereal y las alergias

La soja también es un problema. Hace siete años un estudio del hospital Juan Canalejo demostró la relación de las descargas de cereales con la mayor incidencia de las alergias. «Cualquier partícula en el aire puede producir irritaciones, aunque no hubo epidemia. Lo lógico sería que todas las descargas se hiciesen en circuito cerrado», explica el neumólogo Héctor Verea.

"El Puerto nos dijo que todos los camiones llevarían toldos para que la mercancía no volase, pero la realidad es otra. Y con el viento esto va a peor», afirman los vecinos. Piensan en retomar las movilizaciones.

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