En un comunicado, Ana Beltrán ha definido esta jornada como "un acto de desprecio y acoso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
Ha formulado en concreto tres preguntas al presidente en funciones, Pedro Sánchez. El objetivo es "saber si el Gobierno de España considera que este acto puede constituir un posible delito de odio, tal y como está especificado en el artículo 510 del Código Penal, si va a solicitar la intervención de la Fiscalía General del Estado para evitar dicho acto, y si tiene previsto el Gobierno en funciones, por algún medio a su alcance y en virtud de sus competencias, impedir la celebración de dicho acto".
La diputada ha considerado que "permitir que se celebren con total impunidad este tipo de actos, contradice los principios de convivencia que pregonan a los cuatro vientos tanto Sánchez como la presidenta navarra María Chivite" y ha añadido que "constituye un acto de servilismo y cesión, a lo más rancio de la izquierda abertzale, que es de quien dependen para mantener el Gobierno de Navarra".
A su juicio, "está claro que el Gobierno de España y el de Navarra no pueden limitarse a mirar para otro lado, como han venido haciendo hasta ahora". "Ni la sociedad navarra en particular, ni la del resto de España se merecen asistir a estos espectáculos bochornosos, ante la pasividad del Gobierno por defender a unas fuerzas de seguridad que se merecen nuestro respeto y reconocimiento", ha manifestado Beltrán.
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