El 72,4 por ciento de los aragoneses creen que la actuación de abastecimiento a Barcelona con aguas del Ebro, mediante la prolongación del ministrasvase de Tarragona y que fue aprobada la semana pasada por un decreto-ley del Gobierno central, constituye un nuevo trasvase entre dos cuencas hidrológicas.

Así se desprende de la encuesta realizada por la empresa A+M para el periódico Heraldo de Aragón, entre los días 22 al 25 de abril, a través de mil entrevistas telefónicas a personas residentes en la comunidad autónoma, mayores de 18 años.

El margen de error es de más menos el 3,16 por ciento. La encuesta señala que sólo un 18,1 por ciento de los entrevistados sostienen que no se trata de un trasvase, mientras un 9,5 por ciento prefieren no opinar.

En el análisis provincial, el 73,8 por ciento de los zaragozanos opinan que es un trasvase frente a otro 16,3 por ciento que no lo cree. En Huesca, el 70,5 por ciento lo llama trasvase contra un 20,5 por ciento, mientras que en Teruel el reparto es, en el mismo sentido, del 66,7 frente al 26,1 por ciento.

Ejecución del trasvase a Barcelona

Respecto a la ejecución del trasvase a Barcelona, un 31,3 de los encuestados se muestra a favor. La mayoría, un 52,4 por ciento, está en contra de que la red de suministro del ministrasvase de Tarragona se conecte con la del sistema Ter-Llobregat para llevar agua del Ebro hasta el área metropolitana de la capital de Cataluña.

Además, un 13,4 por ciento de los encuestados dice no estar ni a favor ni en contra y otro 2,9 por ciento prefiere no contestar. Por provincias, el mayor rechazo a que se haga esa obra está en Zaragoza, con un 55,9 por ciento de opositores frente a un 28,9 por ciento de partidarios. En Huesca y Teruel también ganan los detractores de ese trasvase, con el 45,8 frente al 35,5 por ciento en el Alto Aragón y el 40,5 por ciento de los turolenses ante otro 39,6.

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