En los primeros minutos los de Vidal pudieron contener e incluso superar a los jugadores del Alavés, es más, a los 4 minutos Tarantino, defensa local, empleó las manos para detener el balón en su propia área: un penalti claro que el arbitro no señaló. Tres minutos más tarde la portería de Willy Caballero terminaría perforada por un estupendo gol del alavesista Adrián.

Los visitantes trataron de reponerse, pero la suerte, tan proclive en otras ocasiones , no estuvo ese día de cara. Antes del descanso Adrián ya había conseguido el segundo tanto de la mañana y el rival ilicitano quedó tocado para el resto del encuentro. Ciertamente hubo oportunidades para José Vega, Álvaro y Rubén, pero al final de los 90 minutos los tres puntos se quedaron en el estadio de Mendizorroza.

David Vidal fue claro, como siempre, en la comparecencia de prensa posterior. “Estoy orgulloso de mis jugadores y les felicité, hemos estado todo el año entre los seis primeros y en este tiempo los jugadores han estado por encima de sus posibilidades”. No es casual la mención al puesto en la clasificación: quedar en el cuarto superior de la tabla implicaría, por contrato, la renovación del técnico. Una papeleta que la directiva debe resolver con prontitud una vez desvanecidas las posibilidades de ascenso a Primera División.

Con la nueva perspectiva, el interés hacia el Elche C.F. pasa del césped a los despachos. El club que preside José Sepulcre debe establecer la “hoja de ruta” para sanear los 18 millones de déficit de la institución. Una cantidad enorme que se reparte entre los 6 millones debidos a Hacienda, los 5,5 que reclaman los bancos por préstamos y los 3 millones que costó la remodelación de las torrres y el terreno de juego del Martínez Valero, además de los 2,5 millones necesarios para la plantilla actual.

La fórmula para obtener los ingresos necesarios, una vez descartados los emolumentos que hubiese supuesto el ascenso, pasa por la construcción en los terrenos del club. La posibilidad de erigir viviendas o un centro comercial en los actuales aparcamientos colindantes, así como la venta de terrenos de entrenamiento debe contar con el visto bueno del Ayuntamiento, uno de los accionistas del club que debería autorizar la modificación del PGOU junto al visto bueno de la Generalitat Valenciana. Para ello será imprescindible un buen plan de viabilidad económica, auténtico reto del Elche para las próximas fechas y que posiblemente llene más páginas que los lances en el terreno de juego.

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