El ejemplar de rorcual común, que murió tras permanecer tiempo golpeándose contra las rocas y que pesa entre 25 y 30 toneladas, quedó en una zona de difícil acceso.

Los técnicos del Gobierno asturiano decidieron que la mejor forma de trasladar la ballena era por mar y hacia el puerto de Navia, a unos veinte kilómetros de distancia del lugar. A partir de las 16.00 horas de este viernes 16 de agosto comenzaron la operación y sujetaron el enorme cuerpo del animal a un barco que terminaría arrastrándolo hasta el puerto de Navia.

En esa localidad, y ante la atenta mirada de curiosos, le esperaba ya una grúa preparada para izar al animal a un vehículo especial de gran tamaño. El objetivo es trasladar a la ballena a las instalaciones de la Compañía para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa), donde los técnicos de la Consejería le realizarán una necropsia, según ha informado el Ejecutivo regional.