Josef Köberl, un austríaco de 42 años, intentará batir este sábado el récord mundial de permanecer de pie dentro de un bidón lleno de cubos de hielo.

La máxima marca, en la actualidad, se sitúa en una hora, 53 minutos y 10 segundos, y la ostenta el chino Jin Songhao.

"Quiero llegar a las dos horas", aseguró Köberl antes del gran intento, que tendrá lugar al aire libre en una plaza enfrente de la estación central de Viena.

"Hemos encargado en total dos toneladas de cubitos de hielo, con un tamaño medio de 3,8 por 2,8 centímetros", explicó, que se introducirá en el bidón vestido sólo con un traje de baño y con el hielo a la altura de su cuello.

Vídeo de Josef Köberl que relata algunas de sus gestas. JOSEF KÖBERL / YOUTUBE

La temperatura media de estos cubos de hielo oscila entre los 4 y 6 grados bajo cero, explica Köberl, que en 2017 quedó séptimo en la prueba de 450 metros del Mundial de natación en agua helada, cuya temperatura oscila entre los 0,2 y 0,5 grados.

En su intento de mañana no pasará tanto frío, ya que los cubos de hielo se irán fundiendo con el contacto con su cuerpo, que no deberá bajar por debajo de los 32 grados de temperatura corporal. Para monitorizar esta constante, Köberl se tragará una cápsula especial, que mediante bluetooth transmitirá la temperatura de su cuerpo a un monitor.

"Para alcanzar el récord necesito centrarme en la respiración, estar muy concentrado y pensar siempre en mi objetivo: las dos horas", afirma el deportista, que trabaja en el ministerio austríaco de deporte.

Para supervisar y ratificar el intento le acompañará un abogado, junto a un testigo oficial y un médico.

Todo el intento deberá ser grabado además desde varios ángulos para certificar en todo momento la validez de la hazaña.

El "hombre de hielo", como lo ha bautizado la prensa local, cuenta con una larga experiencia en aventuras de este tipo.

En 2014 cruzó a nado un lago alpino de 1.600 metros de longitud, a una temperatura de 3 grados.

Ese mismo año atravesó nadando el Canal de la Mancha, entre Francia y reino Unido, en 14 horas.

Köberl se muestra confiado de poder batir el récord, aunque expresa cierta preocupación por las altas temperaturas pronosticadas para este fin de semana en la capital austríaca (30 grados).

"Eso hace que la temperatura de mi cabeza sea muy superior a la de mi cuerpo, lo que puede ocasionar un problema para la circulación".