Los sets de rodaje o, en general, cualquier tramoya o backstage de un evento artístico, pueden ser el escenario de granndes amistades, de amores, de admiraciones... o de peleas. Desde luego el del Sensación de vivir era, valga la redundancia, para haberlo vivido.

Porque aunque en la serie, Kelly, Brenda y Donna eran mejores amigas, tras las cámaras la filmación se hizo tan insostenible que al final de la cuarta temporada, Shannen Doherty, Brenda, se fue. O más o menos la echaron.

Y es que Jennie Garth, quien interpretara a Kelly, ha revelado lo que era un secreto a voces y que ya había contado Tori Spelling (Donna) en su autobiografía: hubo desde insultos a puñetazos o arañazos entre Garth y Doherty (a la que también echarían luego de Embrujadas).

Ahora que vuelve la serie con el reparto original y ya se han perdonado aquello que ocurriera en el pasado, Garth ha hablado en una entrevista sobre estas diferencias que mantuvo con su compañera de reparto durante la filmación de la serie original. "Éramos jóvenes y estúpidas", comentó, argumentando que Spelling solía ser la "pacificadora". "Solo puedo recordar un incidente, y fue cuando se nos fue de las manos".

Al principio, Garth intenta excusarse ("Soy una chica del medio oeste y pasé un tiempo en Glendale, Arizona, y eso me hizo dura"), pero luego recuerda que todo comenzó cuando Doherty le subió la falda. "Somos dos mujeres muy fuertes de signo Aries, de las que no retroceden sin importar lo que pase", aseguró después de decir que la seguridad intervino antes de que hubiera golpes, contradiciendo la versión de Spelling.

Aunque en 2008, durante la promoción del primer revival de la serie, ya hablaron las tres. “¿Una pelea a puñetazos? Eso nos hace sonar demasiado duras", dijo Garth. "Lo sé, como si fuéramos gangsters", respondió Doherty, agregando que tuvieron sus "momentos". "¿Arañarse? Eso no lo voy a negar", concluyó Garth.

Pero no son los únicos actores y actrices que han visto cómo compañeros de trabajo le han hecho la vida tan imposible que han acabado realmente mal. O incluso dentro de la música, como las Spice Girls, con Victoria sin participar en la última reunión por una caca que supuso el inicio de su enemistad con Mel B.

También hubo peleas entre compañeras rodando Sexo en Nueva York ("No eres mi familia y no eres mi amiga", le contestó Kim Cattrall a Sarah Jessica Parker cuando esta le dio el pésame por la muerte de su hermano) o en Gossip Girl, cuyas protagonistas, Blake Lively y Leighton Meester, se han dedicado insultos desde que acabara la serie.

Pero también ha habido alguna que otra marca de testosterona. Ahí tenemos a Bill Murray, que hizo que Lucy Liu le demostrara por qué estaba en una película de acción como Los Ángeles de Charlie: sabía dar patadas. Y es que Murray no tuvo otra cosa que decirle a Liu, después de piropear a Drew Barrymore y Cameron Diaz, "¿Tú qué coño haces aquí, si no sabes actuar?". Obviamente, Murray no repitió en la secuela.

Esto se ha dado siempre, pero es más flagrante cuando algunas de esos momentos de tensión y animadversión pasan a la pantalla y al montaje final. Como en Blade Runner, donde Harrison Ford y Sean Young no se podían ni ver y, en una escena, en teoría, amorosa, entre empujones contra la pared y cosas parecidas a un beso, el equipo de la película pasó de llamarla "la escena de amor" a "la escena de odio".

Casi expulsaron, eso sí, a Debra Winger del rodaje de Oficial y caballero. Sus continuas peleas con el resto del equipo hizo que se plantearan echarla de la producción, un rodaje que ella misma calificó como "una de las peores experiencias de mi vida". Años después, ella y Rcihard Gere limaron asperezas.

Pero para peleas, las que tuvieron como combatientes a Tom Hardy y Shia LaBeouf. A ete último, el niño malo de Hollywood, no se le ocurrió otra cosa que gastarle una broma pesada a Hardy... y llegaron los puñetazos y lo que sigue a los puñetazos. Por cierto, que LaBeouf aseguró que ganó la pelea, aunque sea algo difícil de creer si tenemos en cuenta que Hardy estudió artes marciales.