Las claves de unas primarias argentinas decisivas: ¿qué hay en juego?

Mauricio Macri durante un acto de campaña.
Mauricio Macri durante un acto de campaña.
EFE / Juan Ignacio Roncoroni
Mauricio Macri durante un acto de campaña.

Este domingo, Argentina celebra sus elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) ,una especie de primarias generales en las que todos los ciudadanos están obligados a acudir a las urnas para decidir quienes serán los candidatos que podrán presentarse a la primera vuelta de octubre.

A pesar de su carácter de "elecciones", elegir, lo que se dice elegir, no se elige prácticamente nada. Casi la totalidad de las listas de precandidatos que se presentan en cada partido no tienen competencia interna, lo que cuestiona la utilidad de una votación que costará a las arcas argentinas unos 88 millones de euros.

Pero aún así, quien salga vencedor en las urnas este domingo y con cuánta diferencia lo haga será decisivo. El resultado marcará las estrategias de los partidos de cara a octubre, decidirá el sentido del voto de muchos electores, y por encima de todo, calmará o pondrá nerviosos a los mercados financieros, el principal terreno donde se está jugando la campaña.

"Estos tres efectos son importantes, pero el efecto más importante es el que puede tener sobre el mercado. Creo que es lo que más puede cambiar el voto de los ciudadanos de aquí a octubre", explica Camila Perochena, analista política, historiadora y docente en la universidad bonaerense Torcuato di Tella.

La elección se celebra a varios niveles de la administración, pero el foco está puesto en la carrera presidencial. Los dos grandes contendientes a la Presidencia son el conservador y actual titular del cargo, Mauricio Macri, (Juntos por el Cambio) y el kirchnerista Alberto Fernández (Frente de Todos), escudado por la larga sombra de Cristina Fernández de Kirchner, que el pasado mayo anunció por sorpresa que lucharía por la vicepresidencia y no por la jefatura del Estado.

Los dos principales rivales se han movido hacia el centro político con la intención de captar el voto más moderado en un clima político totalmente polarizado.

El kirchnerismo

En el caso de Cristina, en un movimiento "inédito", cuenta Perochena, fue ella quien eligió a Alberto Fernández, su exjefe de gabinete, como candidato a la Presidencia.

El kirchnerismo ha vivido momentos mejores, pero las encuestas lo sitúan como ganador a escasa distancia de Macri. Cristina está siendo procesada por su papel en una trama de supuestos sobornos de empresarios a miembros de su Gobierno (2007-2015) y el de su difunto marido Néstor (2003-2007).

"Lo que le permite a Cristina Alberto Fernández es desmarcarse de una versión del kirchnerismo en la cual ella fue protagonista", sostiene Perochena. "Alberto viene a ser una figura que trata de mostrarse como cercano a la época de Néstor Kirchner y eso le genera un montón de dificultades. Es un candidato incómodo, está todo el rato tratando de maniobrar entre lo que él cree y lo que cree su candidata a vicepresidenta que, además, es la que tiene la mayoría de los votos. Es muy limitado el margen de maniobra que tiene", añade.

En caso de una eventual victoria de la izquierda, el papel que jugaría cada uno en un Gobierno despierta suspicacias, habida cuenta de la forma en que se decidió la candidatura. "Alberto Fernández no me parece una persona fácilmente manejable. La idea de que Alberto Fernández puede ser un títere para Cristina no es tan clara", afirma la docente.

"Si bien Cristina no va a tener recursos institucionales si tiene otros recursos que le pueden permitir ejercer cierta sombra, pero no creo que manipularlo como un títere. Sí creo que puede ser una situación de bastante inestabilidad institucional, sobre todo teniendo en cuenta que quien sea que asuma el año que viene va a tener que hacer unas reformas muy poco simpáticas y muy poco agradables para la tradición nacional y popular en la que tanto Cristina como Alberto dicen inscribirse", defiende la docente.

Alberto Fernández en un acto de campaña junto a Cristina Fernández de Kirchner
Alberto Fernández en un acto de campaña junto a Cristina Fernández de Kirchner

Alberto Fernández en un acto de campaña junto a Cristina Fernández de Kirchner / EFE

El macrismo

Mauricio Macri llega a la cita electoral después de una dura recesión económica. Según predice el FMI, el país sudamericano acabará 2019 con un decrecimiento del 1,3% de su PIB respecto al año anterior y una inflación acumulada del 54,8% interanual (por ejemplo, los alimentos y bebidas no alcohólicas costaban en junio de 2019 un 13,79% más que el año anterior).

Macri, que llegó con la austeridad y su experiencia en gestión económica por bandera, se acerca al final de su mandato con un nivel de pobreza que ya alcanza a casi uno de cada tres ciudadanos (32%).

Pese a la mala situación, en los últimos meses la economía ha experimentado una recuperación muy lenta y el consumo comienza a repuntar también despacio. El escenario económico que se encuentre Macri el próximo octubre podría ser decisivo para su triunfo electoral.

El conservador se presenta a la presidencia con el peronista Miguel Ángel Pichetto de número dos. De esta forma, Macri se acerca también al centro, pero por la izquierda.

"En el caso del dúo Macri-Pichetto me parece más difícil de prever lo que pueda llegar a pasar. Pichetto es una figura muy fuerte, que va a tener mucho poder a la hora de hacer lobby en el Senado a la hora de juntar votos en el Congreso... Es difícil imaginarlo como una figura pasiva. Si auguro conflictos en el caso de que Macri no cambie esa forma de gestión que tuvo hasta ahora, cerrada, en un círculo pequeño", apunta Carla Perochana.

Una mujer camina junto a un cartel de la campaña de Mauricio Macri en Buenos Aires.
Una mujer camina junto a un cartel de la campaña de Mauricio Macri en Buenos Aires.

Una mujer camina frente a un cartel electoral de Juntos por el Cambio / EFE

El objetivo: el 45%

La elección de este domingo arrojará una imagen bastante fiable de la posibilidad de que el poder se decida a una sola vuelta o haga falta una segunda votación después de la de octubre. Habrá que ver si alguno de los dos bloques alcanza un porcentaje cercano al 45% de los votos que garantizarían la victoria en una primera votación.

"Si Alberto Fernández ganara tiene más chance de ganar en una primera vuelta que en un balotaje [segunda vuelta]. Las elecciones del domingo son muy importantes porque van a demostrarnos cuán cerca está Alberto Fernández de ese 45. En el caso de un balotaje lo que suelen decir los analistas es que Macri tiene más posibilidades de ganar", afirma la docente.

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