Una señal de radar, para la mayor parte de los conductores, es sinónimo de pisar el freno. Sin embargo, no todos los radares que hay en las carreteras de la provincia de Pontevedra están indicados. Aquí hay un total de 30 dispositivos de control de velocidad, pero más de la mitad (18) no tienen señalización, según la Asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

Este tipo de radares son en su mayoría equipos instalados en automóviles de la Guardia Civil. AEA sabe de la existencia de ellos porque muchos de sus socios han sido multados en estos tramos.

De todas las vías de la provincia, la que aparece con más dispositivos es la N-640 (con cuatro). Tres hay en la A-55, la AP-9, la N-541, la N-531 y la VG-4.1. Otras, como la A-52, la PO-308, la PO-552, la PO-305 o la PO-533 tienen entre uno y dos.

Tráfico afirma que los radares que ellos indican son los fijos y recuerda que ninguna ley obliga a señalizar la existencia de los mismos. «Si se señalizan es para seguir una política de transparencia», explican. Sobre los radares móviles, la DGT afirma que «siempre que es posible» se anuncian en los paneles de mensaje variable.

Seis puntos menos

La sanción por exceso de velocidad varía en fución de cuánto se sobrepase el máximo fijado por las señales. La multa más baja es de 100 euros y la mayor, de 520 euros. En cuanto a la pérdida de puntos en el permiso de conducir, los infractores tendrán que restar entre dos y seis créditos de su carné.

Dos atropellos en 85 minutos

Los peatones vuelven a ser protagonistas de la siniestralidad de Vigo. Este martes, dos viandantes fueron atropellados en sólo 85 minutos. El primero de los accidentes se produjo a las 12.05 horas en la avenida de Fragoso, donde una mujer de 30 años fue arrollada por un turismo. A las 13.30 horas se registró otro atropello en la calle Enrique Lorenzo. En esta ocasión el herido fue un hombre de 65 años. Ambos sufrieron heridas leves.

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