La semana pasada hablamos del melón y comentamos algunas preparaciones originales para estos días de calor. Hoy vamos a seguir la misma línea, pero vamos a hablar de la sandía, una fruta barata, sencilla de encontrar y con un montón de propiedades que la convierten en una magnífica opción para estos días.
La sandía tiene más del 90% de agua en su composición y un 6% de azúcares, lo que le proporciona ese sabor dulce y su capacidad de refrescar (de hecho, dos rodajas de sandía equivalen a un vaso grande agua). Pero la sandía tiene además un magnífico antioxidante como el licopeno, vitamina A, vitaminas del grupo B, magnesio, potasio y los petacarotenos que le proporcionan su color característico y todo esto aportando tan solo 30 calorías por 100 gramos, lo que junto a su poder saciante y sus propiedades depurativas y laxantes la convierten en un gran aliado para cuidar la figura.
Todo esto se traduce en su capacidad de mejorar la salud cardiovascular y en su efecto antioxidante y anticancerígeno diendo, además, un alimento ideal para aliviar la fatiga muscular al ayudar a relajar los músculos después de hacer ejercicio.
Después de este pequeño repaso a sus cualidades, vamos a ver que podemos hacer con una sandía más allá de cortar una rodaja y comerla a bocados.
Gazpacho de sandía
Podemos empezar con un refrescante gazpacho de sandía que nos puede valer como entrada para cualquier comida, pero también como un aperitivo a cualquier hora del día. Se pueden hacer infinidad de recetas, pero la que a mí personalmente me parece la base sobre la que improvisar al gusto de cada uno lleva los siguientes ingredientes:
- Tomate (2-3 tomates maduros)
- Pepino (al gusto, pero yo no pondría más de ½ pepino pequeño)
- Pimiento verde (optativo, si les gusta una cantidad equivalente a la del pepino)
- Cebolleta (1/2 cebolleta)
- Ajo
- Aceite
- Vinagre
- Sal
Y por supuesto sandía (para estas cantidades un kilo de sandía es una buena proporción). A partir de aquí no hay ningún misterio, mezclamos todos los ingredientes principales, los batimos hasta obtener la consistencia deseada, añadimos el aliño de aceite, vinagre y sal al gusto y volvemos a batir.
Daiquiri de sandía
Claro que la sandía también nos vale para confeccionar unos buenos cócteles para toda la familia. Hacer un daiquiri de sandía es tan sencillo como preparar el zumo de una naranja, preparar medio kilo de sandia quitándole las pepitas y triturándola muy bien y mezclar los dos ingredientes con agua y algo de edulcorante. Así queda perfecto para los abstemios … y para el resto se le puede añadir ron blanco (la misma cantidad de ron que de agua) y el resultado es francamente refrescante.
Helado de sandía light
Si buscamos un postre bajo en calorías, pero apto para todos, una buena solución es preparar un helado utilizando sandía, el zumo de medio limón, yogur natural sin calorías (aproximadamente la mitad de yogur que de sandía), un poco de aroma de vainilla y el edulcorante que más les guste. Solo hay que trocear la sandía, triturarla con el zumo de limón, y batir la mezcla añadiendo el edulcorante, el yogur, la vainilla y el zumo de limón. Se guarda en el congelador en un recipiente cerrado y cuando se haya congelado se saca, se bate para darle una consistencia cremosa y ya tenemos un magnífico postre 'light'.
Ya saben que siempre recomiendo hacer pruebas con ingredientes y cantidades buscando lo que más le guste a cada uno, pero en este caso, lo que también les recomiendo es que en todas las recetas con sandía no se olviden de quitar las pepitas antes de ponerse manos a la obra.
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