Tal y como declaró a la revista Lecturas, Kiko Matamoros tiene varios tumores en la vejiga y estaba esperando para ser operado de urgencia. Este mismo martes a las 12.00 horas ha ingresado en el hospital Quiron de Pozuelo de Alarcón, Madrid, para ser intervenido, y lo ha hecho acompañado de su novia, Marta López Álamo, y su hija Ana Matamoros.

"Estoy bien, más o menos tranquilillo. He estado un poco nervioso esta noche, pero tampoco demasiado", declaró a los medios antes de entrar al centro. Tal y como ha publicado Hola!, el colaborador de televisión no sabe exactamente cuánto tiempo pasará ingresado, aunque "pueden ser unos tres días o así".

"Espero que vaya todo bien y ya habrá tiempo de verse con todo el mundo", concluyó Matamoros, no sin antes dedicar unas palabras a todos los que lo están apoyando. "Quiero darle las gracias a todo el mundo, porque de verdad que estoy desbordado, tengo el teléfono lleno de mensajes. Y también he de agradecer a todo el mundo cómo está conmigo. Estoy muy contento".

Antes de entrar, Matamoros se fundió en un tierno abrazo con su hija frente a las cámaras. Y es que, tal y como contó en Lecturas, ella ha sido una de las personas, junto a su novia, que más lo ha apoyado tras su terrible diagnóstico.

Matamoros declaró que había tratado el tema también con su hija Laura, mientras que con Diego, Irene y Lucía, hijos de Marián Flores y del colaborador, mantiene una relación más distante.

Makoke, de quien se separó hace un año, también se mostró afectada por el estado de salud de su exmarido. "Él sabe que yo estoy aquí. Sabe que puede contar conmigo. Me alegré mucho de verlo y decírselo a la cara", declaró en Viva la vida.