Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y su partido están en boca de todos por sus diferencias internas, el diario El País publica en su edición de hoy que Aguirre privatizó en secreto dos grandes ambulatorios en el año 2006.

Según asegura el rotativo la Consejería de Sanidad y la multinacional Capio habrían llegado en secreto en diciembre de 2006 a un acuerdo. Un pacto que supondría "la mayor privatización en la gestión de la sanidad pública de la historia de la Comunidad de Madrid".

El País afirma que ha tenido acceso a ese pacto y desvela datos como que tiene una vigencia de 10 años y que transfiere a Capio la atención hospitalaria de más de 400.000 personas de la capital, en concreto al hospital de la multinacional Fundación Jiménez Díaz. Antes del acuerdo este centro privado atendía a unas 200.000 personas. El pacto, explica el diario, permite a Capio hacerse cargo de Pontones y Quintana, dos grandes ambulatorios de la capital.

Todo esto, según El País, fue ocultado. El entonces titular de Sanidad, Manuel Lamela, no publicó el acuerdo con la Fundación Jiménez Díaz en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), no explicó el alcance del pacto en la Asamblea de Madrid y no informó del asunto al Consejo de Administración del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). Y va más allá, dice que "el Gobierno regional de Esperanza Aguirre omitió el caso tras la reunión del Consejo de Gobierno del 28 de diciembre de 2006, que validó el acuerdo".