El alcalde Palma, José Hila, ha trasladado este lunes al Rey Felipe VI que una de los soluciones para conseguir un turismo más sostenible para la ciudad de Palma pasa por limitar los 'megacruceros', sino que vengan cruceros "más pequeños" que aporten "más calidad".

Tras la audiencia con el Rey en el Palacio de la Almudaina, Hila ha explicado a los medios de comunicación que en su encuentro, el alcalde le ha comentado al monarca que los principales problemas de los ciudadanos que pasan, además de conseguir un turismo más sostenible y de calidad, en conseguir políticas de acceso a la vivienda.

En este sentido, Hila ha explicado que la postura de su equipo es la misma que ha optado respecto a la concesión de plazas hoteleras en el centro de Palma, y que ha pasado, según ha dicho, por restringir el turismo en viviendas familiares y así conseguir un turismo "más sostenible".

Preguntado sobre un posible Referéndum sobre Monarquía o República apoyado por algunos partidos políticos como MÉS, Hila ha comentado que él, personalmente, "respeta todas las opiniones", pero que cree que la visita de los Reyes a Baleares "suma".

"Los reyes son bienvenidos a Palma. Es una tradición que vengan a vernos. Nos suma como ciudad, nos da imagen y es bueno. Por lo tanto, como alcalde, apoyo su visita", ha manifestado el alcalde.

Hila ha explicado que en su audiencia no se han tratado temas estatales. "No hemos salido de Palma, no ha habido tiempo", ha explicado Hila ante los medios.

OTRA DE LAS DEMANDAS: LA CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA DEPURADORA

El alcalde también ha comentado que una de las principales necesidades de Palma es la construcción de una nueva depuradora para la ciudad.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Palma anunció que el Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno financiaría la construcción de la nueva planta de saneamiento de aguas residuales en el Coll d'en Rebassa, cuyo proyecto tendría un coste entre 80 y 120 millones de euros.

En enero de 2019, Emaya anunció la puesta en marcha de un proyecto de un túnel subterráneo y un depósito de retención de aguas para reducir los vertidos de aguas residuales en las playas de Ciutat Jardí y Can Pere Antoni, que adjudicó a Acciona por un importe de 26 millones de euros, pero todavía no se ha aprobado el proyecto de la depuradora.