Ana, en 'First dates': Mi exmarido estuvo cuatro años sin darme un beso en la boca con lengua, parecía que no le gustaba"

  • Cayetano, su cita, se definió como "feíllo, pero simpático".
  • Ninguno de los dos quisieron volver a quedar: "No me ha gustado su cara", admitió la barcelonesa.
Ana, en 'First dates'.
Ana, en 'First dates'.
MEDIASET
Ana, en 'First dates'.

Amante del lujo, de la buena vida y de las marcas. Así se definió Ana a su llegada este jueves a First dates. La barcelonesa le contó a Lidia Torrent que "soy una chica a la que le gusta mucho el lujo, las marcas me vuelven loca, e ir a restaurantes caros", afirmó.

"Mis amigos me llaman 'Ana Dubai' porque siempre he vestido diferente, con ropa muy llamativa y lujosa. Me gusta vestir una mezcla de sexy, elegante y provocadora", señaló la asesora de imagen, que acudió al programa de Cuatro en busca de un hombre "más alto que yo, fibrado, musculado, elegante... me da igual que sea pastelero que basurero porque el dinero ya lo tengo yo".

Mientras esperaba en la mesa, llegó su cita, Cayetano. El cordobés afincado en Palma de Mallorca por trabajo, reconoció que "soy feíllo, pero simpático". Además, "tuve una relación de 12 o 13 años, pero se acabó el amor". Y le comentó a Torrent el perfil que buscaba: "Las mujeres me gustan sencillas y que me hagan reír".

Eso sí, "para mí el sexo es muy importante porque la pareja sin eso no funciona, algo no va bien porque no solo te alimentas de amor, tiene que haber sexo, lujuria y juego", añadió.

Durante la cena hablaron del trabajo, de viajes y de antiguos amores. "Me he casado y divorciado dos veces. Con el primero estuve seis años, y los últimos cuatro, no me besó en la boca con lengua. En los dos primeros sí, pero luego pareció como que no le gustaba y lo dejé", comentó Ana ante la cara de sorpresa de Cayetano, que admitió que "¿En qué mundo vivimos? ¿Y aguantó cuatro años? No me lo creo, yo no aguantaría".

Entonces, le surgió una duda al coctelero: "¿En la cama no ibas bien?", a lo que Ana contestó, algo ofendida que "yo rulo demasiado bien en la cama, creo que el problema lo tienen ellos. Siempre intento estar guapa y ellos se acaban dejando".

En la decisión final, ninguno de los dos quiso volver a quedar. La barcelonesa lo argumentó diciendo que "no tendría una segunda cita porque de cara no me ha gustado y no llegaríamos a nada". Mientras que el cordobés, por su parte, dijo que "yo tampoco la tendría porque no le gusta viajar, su nivel económico es diferente al mío y no llegaríamos a buen puerto".

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