En cambio, los dos concejales de Vox, José Gosálbez y Vicente Montañez, querían que el Ayuntamiento se comprometiera a que las comunicaciones por escrito de los trabajadores de la corporación municipal se realicen en castellano o "subsidiariamente en los dos idiomas", ya que consideran que "no debe existir el deber de conocer el valenciano, pero sí el castellano".

Con esta iniciativa, advertían que "imponer el uso del valenciano de manera general y sin justificación conocida contraviene el Estatuto de Autonomía, la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano, la Constitución y la doctrina del Tribunal Constitucional". En el Ayuntamiento, "la redacción de todos los documentos en valenciano no preserva el equilibrio y no dispensa el mismo trato a los castellanohablantes que a los valencianohablantes", denunciaban.

La alternativa del equipo de gobierno -presentada por el concejal de Compromís Pere Fuset y aprobada por el ejecutivo, con el rechazo de Vox y la abstención de PP y Ciudadanos- expone que "en todas las comunicaciones internas y externas se cumple escrupulosamente con el reglamento municipal sobre el uso y normalización del valenciano en València, aprobado por unanimidad en 2005, plenamente vigente y de obligado cumplimiento".

De la oposición, Mª José Ferrer San Segundo (PP) ha desgranado las acciones llevadas a cabo por su partido y ha dado la bienvenida a Vox a "la tarea de defensa del uso del castellano en las instituciones", alertando que "muchas de las normas del Gobierno valenciano son ilegales".

Cs, por su parte, no ha apoyado la petición de Vox por "la falta de concreción y coherencia entre la exposición y la propuesta de acuerdo", al entender que no contempla su "defensa de un bilingüismo real", como ha subrayado el concejal Rafa Pardo.

"SÍMBOLOS ATACADOS CUANDO NO ULTRAJADOS"

Y con su otra propuesta, Vox pretendía que València instara al Gobierno central a velar por el cumplimiento del respeto a la bandera de España, para exigir que "ocupe siempre un lugar destacado y que otras no sean más grandes". A su juicio, "vivimos tiempos en que estos símbolos son constantemente atacados, cuando no ultrajados, ante la mirada cómplice, pasiva o cobarde de quienes deberían impedirlo".

Por contra, la vicealcaldesa y portavoz socialista, Sandra Gómez, ha subrayado que el Ayuntamiento "no entra" en este tipo de debates y ha anunciado la moción alternativa del equipo de gobierno, en la que propone el cumplimiento de la Ley 39/1981, que regula el uso de la bandera de España y otras enseñas oficiales.

Esta iniciativa ha salido adelante con el apoyo de Compromís-PSPV y el rechazo de la oposición en bloque. Los 'populares' garantizan que "siempre han defendido la bandera sin complejos" en base al cumplimiento de la legalidad, mientras que los 'naranjas' entienden que "el debate de la bandera está superado y todos los demócratas tienen el deber de defender la española".

"ATAQUE" A CS EN EL ORGULLO

Por otro lado, en el primer pleno ordinario de la legislatura no ha salido adelante la moción de urgencia presentada por Cs para que el Ayuntamiento condenara los "ataques" que sufrieron el mes pasado sus representantes en la marcha del Orgullo LGTBI en València

Los seis representantes de Ciudadanos reclamaban un pronunciamiento ante "la discriminación y los actos de odio y violencia por motivos ideológicos". "La Fiscalía ya ha incoado diligencias ante los graves hechos ocurridos en el Orgullo de Madrid", ha recordado la concejala Rocío Gil.