El Ayuntamiento de Alicante renovará 1.775 farolas de toda la ciudad «que están corroídas o que presentan riesgo de caída; se hace como medida preventiva y para evitar que puedan dañar a algún peatón que pase por la calle», apuntan fuentes de la Concejalía de Servicios y Mantenimiento.

Los trabajos de sustitución, que comenzarán «en breves fechas» (el pasado lunes se convocó una subasta para adjudicar el proyecto), consistirán en la colocación de 1.300 nuevos báculos (farolas de pie que están arraigadas en el pavimento) de cuatro a 14 metros de altura, y de 320 brazos murales (farolas sustendas sobre las fachadas de los edificios), que serán de acero galvanizado.

Asimismo, el Consistorio cambiará todo el poste de 135 farolas de acero fundido que están deterioradas por el paso del tiempo, aunque se mantendrán los puntos de luz. En toda la obra invertirá un total de 613.027 euros.

Por el momento, «no ha habido que lamentar daños personales», señalan desde Servicios y Mantenimiento, aunque un informe del jefe del área pone de manifiesto «la caída de varias farolas en Alicante con el riesgo que representa para los viandantes», por lo que advierte de la celeridad de las obras de renovación de estos elementos de mobiliario urbano.

De las farolas que han caído sobre la calle, la mayoría se debe a «golpes de camiones y embestidas de vehículos que han colisionado en un accidente», comentan las mismas fuentes.

Tres palmeras cayeron en 2007

Las farolas no son los únicos elementos que conforman el mobiliario urbano que, por su deterioro y antigüedad, pueden suponer un grave riesgo de caída sobre la vía pública.

En octubre del pasado año, la Concejalía de Servicios y Mantenimiento anunció la reposición de medio centenar de palmeras enfermas con riesgo de caída en las calles Calderón de la Barca y San Vicente, sobre todo.

En julio de ese mismo año cayeron tres  palmeras que no llegaron a ocasionar daños personales.

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