Isabel Pantoja cumple 63 años: luces y sombras de la tonadillera más famosa de España

La cantante Isabel Pantoja.
La cantante Isabel Pantoja.
ISABEL PANTOJA/ EUROPAPRESS
La cantante Isabel Pantoja.

Isabel Pantoja es, con perdón de Rocío Jurado cuando aún vivía, la tonadillera más famosa de España. No hay nada que haga que no sea susceptible de ser noticia. Y este viernes es su cumpleaños.

Nada más y nada menos que 63 primaveras de una vida que comenzó el 2 de agosto de 1956 en la calle Juan Díaz de Solís, número 8, en el sevillano barrio de Triana, descendiente de toda una familia de artistas.

Su padre, Juan Pantoja Cortés, fue miembro del célebre trío Los Gaditanos; su madre, Ana María Martín, exbailaora de las compañías de Pepe Pinto y Juana Reina; hasta su abuelo paterno, Antonio Pantoja, fue un más que reconocido cantaor flamenco, Pipoño de Jerez (el materno, apodado El lechuga, era un verdulero muy recordado en la zona).

Tuvo dos hermanos, Agustín (también cantaor y luego representante de la artista) y Juan Antonio, que ha ejercido muchos años como su guitarrista. El tercer, Bernardo, aunque fue su chófer muchos años, no se dedicó al mundo de la farándula (no así su hija, Anabel Pantoja).

Isabel comienza a tocar las palmas y a cantar a los 7 años, edad a la que se sube a las tablas por vez primera en el Teatro San Fernando para un homenaje a Juanito Valderrama, pero no fue hasta los 13, cuando su padre está enfermo de hepatitis, cuando la mandan a Mallorca con su abuelo, que media para que la niña toque con su primo, Chiquetete, con quien debuta oficialmente en la sala El rombo.

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Un año después regresa a Sevilla, contratada en el tablao El embrujo, donde Bandomero Negrón, el dueño, le pide que deje de tocar las palmas y bailar y le cante por Marifé de Triana y Juanita Reina. Allí, la ven actuar el músico Juan Solano y el letrista Rafael de León, acaso los creadores de la mayor parte de las coplas más famosas junto con Antonio Quintero y Manuel Quiroga.

Aunque precisamente el género de la copla estaba en franca decadencia, ella se las ingenia para reimpulsarlo. Comienza a los 17 años, trabajando en el cuadro de baile del tablao El corral de la morería, donde su padre había sido contratado como guitarrista. Cobra 500 pesetas y se hace llamar Maribel.

Cuando Manolo del Rey, el dueño, la oye cantar, ya no hay marcha atrás, comienza a cobrar 1.500 pesetas y luego, Solano se dedicará a ella por entero. Graba su primer disco y debuta en el Teatro Calderón. Ya tiene 18 años.

Tras este primer disco (que al igual que los dos siguientes, Fue por tu voz y Que dile y dile, no cosecharon demasiado éxito) tendría que esperar hasta 1976 para comenzar a vislumbrar la gloria: fue con Niña Isabela.

A este seguirían, en 1979, 22 abriles tengo y en 1981, Al alimón. A este hay que sumar ¡Viva Triana!, disco de sevillanas de 1982 que antecede a la obra que la consagraría.

El flechazo con Paquirri

Es Cambiar por ti, álbum compuesto por Paco Cepero que tiene tintes cercanos al pop y que incluye temas como el homónimo, En la Niebla o Nada, que lo auparon a ser disco de oro. Isabel Pantoja vive un momento dulce a sus 27 años. Y conoce a Paquirri.

Fue en la Feria del Caballo de Jerez de la Frontera, en el vestíbulo del hotel donde se hospedaba. Un reportero le dijo a la estrella en ciernes que subiera a felicitar al maestro por la faena que acaba de realizar. "¿Así que tú eres la Pantoja?", cuenta ella que le preguntó el torero. "Me llamo Isabel", respondió ella. Él ya estaba separado de Carmina Ordóñez. El amor fue instantáneo.

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Ponle título a esta foto. - - - Felicidad Máxima!

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Se casan el 30 de abril de 1983 en la basílica del Gran Poder, en Sevilla. Diez meses después, en febrero del año siguiente, nace su único hijo biológico, Kiko Rivera. El 26 de septiembre de 1984, en Pozoblanco, Francisco Rivera, Paquirri, era cogido de muerte en la plaza. Su idea era retirarse de los ruedos en 1985, tras 20 años de alternativa. Isabel Pantoja se convierte desde aquel día en la viuda de España.

"Si Paco no hubiera muerto, yo sería ahora un ama de casa, que es lo que siempre quise", son palabras que pronunciaría Isabel Pantoja casi 30 años después. Porque enlutada, la cantante se encierra... pero en el estudio.

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Tras un año en el que no pisa escenario alguno, la Pantoja tiene 29 años y alcanza la gloria: publica Marinero de luces, escrito por José Luis Perales y disco de platino casi inmediato. Se sube a las tablas de nuevo en el teatro Lope de Vega de Madrid, para una gala benéfica de la Fundación Reina Sofía. En diciembre tendrá un audiencia con los reyes.

La segunda mitad de la década la coronan como mito viviente: Tú serás mi Navidad, Desde Andalucía (donde trabaja con el cantante mexicano Juan Gabriel en éxitos como Así fue, y que hacen que su popularidad en Latinoamérica alcance nuevas cimas), o, sobre todo, Se me enamora el alma, de nuevo con Perales, de nuevo con ritmos más modernos y, de nuevo, un éxito rotundo.

Además, acaba de romper todos los esquemas, pues concede su primera y única entrevista tras la muerte de Paquirri: fue un reportaje fotográfico con su hijo Kiko Rivera en brazos y la revista ¡Hola! se rumorea que le paga entre 20 y 25 millones de pesetas, una cantidad nunca antes alcanzada.

Llegamos a la década de los 90, que comienza con el primer idilio que se comenta de la tonadillera: José Coronado, su compañero de reparto en su salto al cine, Yo soy esa, dirigida por Luis Sanz y coprotagonizada por Loles León. Al año siguiente, debido a la buena recepción de la cinta, también hace El día que nací yo, dirigida por Pedro Olea y protagonizada en esta ocasión junto a Arturo Fernández y Joaquim de Almeida.

A pesar de la presión mediática, Isabel Pantoja no se preocupa de la prensa: tiene a su favor a su nueva e íntima amiga, Encarna Sánchez, quien no dejaba a ninguna publicación insertar reportajes fotográicos de ambas y que se pillo un cabreo monumental por el sketch de Martes y 13 en uno de sus especiales de Fin de Año.

La época más difícil

Después de algunas giras por España y América Latina llegan los años más convulsos para la tonadillera, pues todo en su vida se vuelve precipitadamente cuesta abajo: deja de ver a sus amigas, tanto a Encarna Sánchez, que moriría poco después, en 1996, como a Chelo García-Cortés, por considerar que la había traicionado con Sánchez, como a María del Monte, después de unas fotografías de ambas jugueteando con las olas de la playa, lo que cimentó la idea popular de que eran algo más que amigas.

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Y eso que María del Monte había sido la madrina de Isa Pantoja, Chabelita, adoptada en Perú en 1996 de forma un tanto controvertida: aunque Isabel Pantoja siempre ha negado cualquier pago irregular, el extinto diario peruano Hoy publicó, en mayo de 2002, que tanto Vladimiro Montesinos (mano derecha del expresidente Fujimori y actualmente en la cárcel) como la exfiscal Blanca Nélida Colán se embolsaron alrededor de 80.000 dólares por agilizar considerablemente los trámites y el papeleo de la adopción.

Sea como fuere, en mayo de 1996, Chabelita está en España. Será de las últimas alegrías plenas de Isabel Pantoja, que en 1999 inicia una relación con el exjugador de baloncesto y entonces directivo de casinos Diego Gómez. Duran hasta 2003.

En esas fechas, Julián Muñoz la contrata como imagen de Marbella. El excamarero y alcalde de Marbella inicia con ella una relación mientras está casado con Mayte Zaldívar. En el Rocío de 2004 hacen público que están juntos. Muñoz ya había perdido la alcaldía por una moción de censura.

La turbulenta y ruinosa, sentimental y crematísticamente hablando, relación, acaba con el exalcalde en la cárcel en 2006, acusado de malversación y cohecho. Es parte de la Operación Malaya, caso cuya pieza separada, el caso Blanqueo, la terminaría por destruir.

Ella sigue hablando de él muy enamorada en sus conciertos y le visita en la prisión de Alhaurín. En noviembre de ese mismo año, Zaldívar también acaba en una celda, por los supuestos pagos que le seguía realizando Muñoz. Pantoja comienza a alejarse de él. "Me considero una víctima", dice.

Cárcel y supervivencia

Pero de nada sirve, porque el 2 de mayo de 2007 la tonadillera es acusada de delitos conta la Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Es puesta en libertad bajo fianza. Se separa definitivamente de Julián Muñoz... pero no así de la justicia. Tras unos años de relativa paz en los que se vuelca en los conciertos y hasta da las campanadas junto a su hijo y Jorge Javier Vázquez, en abril de 2013, imputada por el caso Blanqueo, Isabel Pantoja es condenada da 24 meses de prisión y una multa de 1.147.000 euros.

Ya ha sido abuela del hijo de Kiko Rivera y Jessica Bueno, pareja que corta al mes de la sentencia. Es noviembre de 2014 y Chabelita, coincidiendo con su mayoría de edad, hace público su embarazo. Durante este tiempo, la artista ha buscado desesperadamente dinero, pues debe 1,8 millones a Hacienda, más el pago de la multa penal.

Al no conseguirlo, el 21 de ese mismo mes entra en prisión. El ingreso en la cárcel será hasta el 4 de diciembre de 2015, cuando se le concedió el tercer grado. La libertad llega el 28 de octubre de 2016, aunque sale de la cárcel sin amistades, solo pudiendo viajar por el territorio español (es decir, sin pasaporte), endeudada y con una familia semirrota.

Problemas con la excuidadora de Chabelita, multitud de programas del corazón dedicados a su figura, ella sin dar señales de vida... hasta este año, cuando ha firmado un contrato multimillonario con Mediaset que comenzó con su participación en la última edición de Supervivientes.

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