Se trata de un sistema innovador que hasta ahora sólo se ha practicado en una decena de ocasiones en otros hospitales catalanes y que consiste en implantar un clavo en el hueso que se quiere alargar, normalmente fémures, tibias y húmeros.

Una vez hecha la cirugía, el propio paciente a través de un pequeño aparato guiado por control remoto se practica unas breves sesiones de aplicación, totalmente indoloras, que mueven la rosca del clavo implantado y la alargan al ritmo programado por el equipo de cirujanos.

En el caso del Trueta esta intervención pionera, la operación se ha practicado a una paciente de 20 años que tenía una deformidad congénita por la que tenía una pierna tres centímetros más corta que la otra.

Esto la ha obligado a caminar coja hasta ahora, lo que también le ha desequilibrado la pelvis y le ha impedido practicar actividades deportivas con normalidad.

El equipo de cirujanos le ha implantado este clavo en el fémur de la pierna más corta y ahora la propia paciente, con el aparato magnético, se alarga el hueso un milímetro al día, por lo que en sólo un mes habrá ganado los tres centímetros que le permitirán una postura corporal idónea.