El operativo especial de la Dirección General de Tráfico (DGT) contra los excesos de velocidad, que desde el pasado lunes cuenta con el doble de radares móviles, ha originado una media de 90 sanciones al día en la provincia durante la primera semana de control.

A mitad de operativo (concluye el domingo), en A Coruña se ha sancionado ya a 636 conductores, el 3,9% de los vehículos que ha vigilado Tráfico hasta ahora (19.328). Estos datos, en comparación con el resto de provincias, no dejan en buen lugar a los conductores coruñeses, que acumulan cuatro de cada diez infracciones que la DGT ha sancionado en Galicia en lo que va de campaña.

Menos imprudencias

Sin embargo, el operativo sí ha logrado rebajar el número de imprudencias (35 de media al día) con respecto a un mes con los controles habituales de Tráfico en las carreteras de la provincia.

Aunque, a pesar de ello, A Coruña continúa presentando el peor balance entre conductores vigilados y sancionados de los que se dan en toda la comunidad gallega. Sólo así se explica que tenga peores registros que Pontevedra, en la que se han vigilado más del doble de coches y se han localizado 200 infractores menos.

Reducir las muertes

Al margen de este dispositivo especial, que cuenta con 18 radares móviles en la comunidad, Tráfico ya se plantea retos todavía más ambiciosos: se estima que, respetando los límites de velocidad (el objetivo de esta campaña), se evitarían unas 60 muertes al año en Galicia, según cálculos de los agentes de la Guardia Civil.

Para lograr sus objetivos, la DGT contará a lo largo de 2008 con nuevas campañas de sensibilización y un refuerzo en la red de radares fijos, que se ampliará con 18 nuevos aparatos.

El dilema de las inversiones

En la lucha por rebajar el índice de siniestralidad en Galicia, la Unión de Guardias Civiles de Galicia, denunció ayer que "resulta muy difícil" contruir nuevas carreteras y mantener las actuales en buen estado, en alusión a la política de la Xunta en los últimos ocho años.

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