La ampliación del Bellas Artes de Bilbao permitirá su apertura parcial durante las obras sin cerrarlo al público

  • BILBAO, 29 (EUROPA PRESS)
Proyecto ganador para la ampliación del Bellas Artes de Bilbao
Proyecto ganador para la ampliación del Bellas Artes de Bilbao
EUROPA PRESS
Proyecto ganador para la ampliación del Bellas Artes de Bilbao

El proyecto ganador para la ampliación del Museo Bellas Artes de Bilbao diseñado por Norman Foster y Luis María Uriarte no obligará a cerrar por completo sus instalaciones y permitirá mantener abierta "parcialmente" la pinacoteca mientras se lleven a cabo las obras.

Así lo ha dado a conocer este lunes el director del museo, Miguel Zugaza, durante la presentación de una exposición con los 6 proyectos finalistas que será de entrada libre y permanecerá abierta hasta el 6 de octubre. La redacción del proyecto se prolongará durante 15 meses y medio, mientras que las obras tienen un plazo de ejecución de otros 15 meses a partir de su adjudicación.

La gratuidad se aplicará entre el 30 julio y el 31 de agosto también a la visita de las exposiciones temporales 'Zuloaga 1870-1945' y 'Los Zubiaurre. Memoria gráfica', todos los martes, día de apertura extraordinaria que se mantendrá durante el verano.

Zugaza ha indicado que esa posibilidad de "limitar los cierres del museo" es una de las ventajas del proyecto 'Agravistas' propuesto por el arquitecto británico y el que fuera autor de la anterior ampliación que acometió el museo en 2001.

"A la vista de su propuesta, aspiramos a mantener abierto el museo parcialmente". La intervención planteada, que será instalada sobre los dos edificios ahora existentes y su propia forma de ejecución, ya que podrá ser construida en bloque de forma externa al museo, evitará que el museo deba cerrar al público durante el tiempo que duren los trabajos.

Zugaza ha desvelado asimismo que la condición 'aérea' del proyecto, liberará espacios ya existentes en el museo en ambos edificios, lo que también va a permitir a la dirección de la pinacoteca "dejar en barbecho la posibilidad en un principio planteada de construir otro edificio auxiliar anexo a los dos actuales y que albergarían servicios auxiliares".

"Creo que el espacio que va a liberar el nuevo proyecto podría adecuarse a la superficie que estábamos buscando con la construcción de otro bloque y pensamos que lo vamos a encontrar ahora en los ya existentes", ha afirmado.

En el caso de tener que construir dicho edificio, el presupuesto de la reforma de ampliación pasaría de los 18,65 millones actuales a 22 con la inclusión de ese edificio auxiliar previsto, que ofrecería 3.000 metros cuadrados de superficie adicional que vendrían a ser cubiertos por los 2.500 metros cuadrados recogidos en el proyecto ganador.

PROYECTO SOSTENIBLE

Durante la presentación de las seis propuestas finalistas, Zugaza ha descrito la idea de Foster e Uriarte como un proyecto "sostenible, muy eficaz, de construcción sencilla y apoyada sobre tres grandes trípodes por encima de los edificios actuales.

Ese reducido número de apoyos se ubicarán "alejados de la huella de los edificios existentes en una intervención que Zugaza ha descrito como "una estructura muy potente pero muy ligera que, más que como una obra de arquitectura, estamos ante un proyecto de ingeniería cuya forma de cerrarlo hace que, más que esconderse, se muestre, conservando los elementos originales y tradicionales del propio museo".

Durante el recorrido, Zugaza ha destacado la "accesibilidad" del proyecto ganador porque también va a colocar la planta baja del museo "a un mismo nivel, incluido el nuevo, porque era una de las dificultades para poner "en relación" los dos edificios actuales tras la anterior reforma.

La idea del proyecto ganador ha buscado "recuperar el protagonismo del edificio de 1945, restableciendo su entrada original. Zugaza ha explicado que, sobre las instalaciones existentes se va a proyectar "un espacio de dimensiones únicas que, de forma respetuosa, asienta sobre los edificios de 1945 y 1970, dotando al museo de 2.000 metros cuadrados de nuevas galerías en una única planta diáfana y flexible".

Para el director del museo bilbaíno, se tratará de "una galería óptima para cualquier comisario de arte" y la nueva intervención convierte la Plaza Arriaga en "el nuevo corazón del eje vertebrador del museo, bañado por la luz del óculo que atravesará la nueva galería, y unificará todas las cotas de la planta baja para dotar al museo de un plano accesible y de fácil orientación".

Durante la presentación de las principales características de los seis proyectos finalistas, Zugaza ha agradecido a los seis estudios sus "brillantes propuestas, ya que nos han ofrecido la mejor versión de su trabajo, mirando al museo pero también hacia la ciudad".

DOS CONDICIONES

El director del Bellas Artes ha recordado que el concurso solo estipulaba dos condiciones a los aspirantes: que el proyecto ganador dotase al museo de más espacio para presentar sus colecciones y promocionar sus programas de exposiciones, educación y difusión y resolver y plantear una nueva orientación urbana del museo para conectarlo, a través del acceso tradicional del edificio original, "al nuevo diseño de Bilbao a través de su apertura a la plaza Euskadi y la Ría".

Junto al proyecto ganador, se exhiben fotografías, planos y los planteamientos arquitectónicos de los otros cinco aspirantes. De esta forma, el visitante podrá conocer los detalles de Bikoitz, original del estudio Nieto Sobejano Arquitectos, que como homenaje al escultor Jorge Oteiza incorporan una nueva pieza que se añadiría a la heterogénea suma de intervenciones mediante un volumen cúbico que se elevaría sobre el terreno, ocupando el espacio vacío entre los dos edificios.

El empleo de un único material -el hormigón- unificaba la actuación en contraste con los edificios ya existentes. Como si de un vaciado escultórico se tratase, una secuencia de espacios escalonados lo atraviesa diagonalmente estableciendo un contrapunto al eje longitudinal de circulación en planta baja.

En Botxo, BIG, AZAB y Proskene planteaban una reconfiguración del espacio modificando el paisaje circundante. El nuevo paisaje alrededor de los edificios actuales se elevaba para crear las conexiones a los edificios existentes sin cambios bruscos de nivel, para permitir el paso de luz natural y de las vistas a los espacios bajo este nuevo paisaje.

Una única superficie ondulante, hecha de piedra y madera, proporcionaba un nuevo techo en la Plaza Arriaga, transformando la plaza en el nuevo vestíbulo central del Museo de Bellas Artes e instalando un nuevo foro central para el museo y un nuevo foro público para actividades para la ciudad.

Efecto Mariposa, de Snohetta Oslo y Foraster Arquitectos sugieren recuperar la entrada central con un cambio visible en la Plaza Arriaga dentro de un proyecto en el que el nuevo edificio ocuparía la plaza creando un "patio cubierto" para alojar en su parte central, bajo un lucernario, el nuevo gran vestíbulo al que se abrirá la recuperada galería de columnas tras retirar los postizos acristalamientos actuales.

Parke ederren, de SANAA + IA+B, recuperaba el protagonismo de la volumetría original, "redibujando su contorno e incorporando el programa de extensión mediante elementos flotantes que permiten conectar las volumetrías existentes, cerrando las circulaciones y sin ocasionar retornos innecesarios". El conjunto recurre a materiales transparentes y pieles reflectantes para atrapar el verde circundante y llevar la luminosidad de los patios al interior de las galerías y espacios del Museo.

Finalmente, Zigzag, propuesta de Rafael Moneo, planteaba una yuxtaposición de volúmenes, no como un collage, donde "la masa de lo construido y los volúmenes propuestos envuelven y acompañan al liberado primer museo" produciendo una forma en 'zig-zag' que da lugar al lema.

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