En el último año se ha asentado notablemente la convicción sobre la gravedad de la amenaza del cambio climático, aunque las actuaciones acometidas y sus resultados resultan muy pobres, según los ecologistas.

El Nobel ecologista

Tal vez lo más destacado de este año haya sido el premio Nobel que recibieron conjuntamente Al Gore y el equipo del Panel Intergubernamental sobre el cambio climático. El calentamiento global se ha convertido en una evidencia innegable y los países se ven cada vez más obligados a valorarlo en sus políticas. Todo ello se plasmó en

En España, la actuación más relevante durante estos doce meses ha sido la aprobación de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que trata de marcar unos principios de protección del medio ambiente compatibles con los usos agrícolas y ganaderos, limitando al máximo el urbanismo en las zonas protegidas.

Bosques. En España, la aprobación de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, junto con las normativas autonómicas contra incendios, han reducido los fuegos. Fuera de nuestras fronteras, continúa la deforestación en Indonesia y la Amazonia.

Desertización. El urbanismo y las infraestructuras de tranportes son el gran peligro en España. La ONU exigió en Madrid en septiembre de 2007 un plan global a largo plazo, pero no ha tenido plasmación por la falta de financiación real.

Biodiversidad. Años después del acuerdo de la UE para frenar en 2010 la pérdida de diversidad, los objetivos siguen sin cumplirse. En España, el peligro está en la caza furtiva. En 2007, 785 especies desaparecieron de la Tierra.

Cambio climático. Gracias al Nobel a Al Gore y los ambientalistas, este tema es por fin aceptado por todos. En 2007 se estudió en Bali la reducción a partir de 2012, cuando acaba Kioto, cuyos objetivos España sigue sin cumplir.

Energía. La nuclear ha vuelto. Por barata y limpia, según sus defensores. Pero los ecologistas desconfían y advierten de la radioactividad. La cuestión energética, de la que dependen las emisiones, sigue sin resolverse.