Durante su intervención, el director ha señalado que las diferentes temáticas de cursos de verano, que han aglutinado a más de cien ponentes y trescientos alumnos de veintiséis nacionalidades diferentes, "han enseñado que hay muchas maneras de pensar, de creer, de vivir, de amar y de discrepar, pero que, a la vez, hay muchas personas que no admiten estas formas diferentes".

Por ello, ha afirmado que en ocasiones se provoca el delito del odio que "ataca" el derecho a la discrepancia, a ser diferentes o a ser iguales y que "está en el fuero interno de cada cual" pero que también "está consagrado de forma taxativa y concreta en el artículo 14 de la Constitución".

De esta manera, Moreno Piñero ha indicado que "este curso es el colofón final a las seis semanas de cursos que se han desarrollado en Yuste" porque resume "muy bien" lo vivido en este tiempo.

Por otro lado, el director del curso y catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad de Extremadura, Jaime Rossell Granados, ha definido a la persona radical como aquella que "tiene un punto de vista intransigente y se vuelve extremista cuando piensa que solo puede haber una sociedad como él la plantea y finalmente, se llega al terrorismo cuando ese extremista utiliza la violencia para imponer su punto de vista".

Como segunda reflexión, Rossell Granados ha explicado que sobre la persona terrorista y extremista planea "el discurso del odio, posible detonante o primer estadio a partir del cual se llega al resto de posiciones".

En este sentido, ha admitido que una de las bases del curso será el discurso de odio, cuáles son los límites, en cómo este discurso es aceptado en determinadas culturas jurídicas, como la americana, y qué límites pone Europa a ese mismo discurso, además se verá cómo la radicalización se convierte en extremismo y, por tanto, cuáles son las políticas públicas para prevenir todas estas cuestiones, indica la Junta en una nota de prensa.

Rossell Granados ha recordado que la Unión Europea "lleva muchos años trabajando en la lucha contra la radicalización" a través de potenciar

diversas formas de neutralización "por lo que el curso también profundizará en el marco jurídico para intentar evitar la radicalización, el marco educativo, el social, y el papel del tercer sector".

La vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Movilidad de la Universidad de Extremadura, Rocío Yuste Tosina, ha cerrado el turno de intervenciones señalando que la educación es "el gran instrumento para conseguir un mundo mejor y debe ser el vehículo esencial para prevenir conductas violentas y radicalizadas".

A su juicio, hasta ahora los gobiernos, las instituciones y los responsables políticos combaten estas actitudes y conductas "sin terminar de entender realmente qué son y cómo se generan, por ello, si centramos nuestras acciones en el diálogo, los valores democráticos, la tolerancia y los derechos humanos" se conseguirá combatir "de una manera real y eficaz".

Rocío Yuste ha añadido además que la educación debe ayudar a los jóvenes a "discernir entre la religión como un valor diseminador de paz y democracia frente a la interpretación de la religión como mecanismo político usado para la radicalización".

Por último, la vicerrectora ha hecho referencia a los diversos programas educativos que desarrolla la Unesco con el objetivo de ayudar a los jóvenes más vulnerables a "incrementar su resiliencia ante el radicalismo, a incrementar su capacidad para generar una respuesta resistente y comprometida".

El curso, enmarcado en el programa de Campus Yuste de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, está organizado junto con el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España y se imparte en el marco de los Cursos Internacionales de Verano de la Universidad de Extremadura.