La madre del niño de 13 años de Vallirana (Barcelona) con Asperger que fue presuntamente violado por cuatro compañeros del instituto Verge del Roser de este municipio ha explicado en una carta que ha publicado 'ElCaso.com' que debido al acoso de sus compañeros de instituto, su hijo "no tenía ganas de vivir", "no quería salir de casa" y tenía la "ansiedad disparada". "Pasamos un calvario", asegura.

La mujer cuenta que los presuntos violadores están en libertad vigilada, no fueron expulsados del centro, tienen entre 15 y 16 años, se hacían llamar "la mafia" e "iban en contra de todos los niños que eran diferentes". A su hijo, dice, le llamaban "el retrasado".

"Él procuraba ser invisible en clase" pero cuando le hacían salir al patio "allí le estaban esperando", asegura y explica que lo llevaron hasta 16 veces a 'la Pradera', un lugar apartado del patio donde, con poca vigilancia por parte de los profesores, abusaban de él. "Le enseñaban un machete y le decían que si no les traía cosas, le harían daño", relata la madre.

También cuenta que el niño sufrió agresiones sexuales de "todo tipo", que "le pusieron en el suelo como a un perro y lo intentaron penetrar", y que "como no pudieron le hicieron violaciones orales". "Le obligaban a tragarse el semen, aparte de las 'pajas' que tuvo que hacer y le hicieron", explica en la carta.

La madre del niño de Vallirana cuenta también cómo supieron que su hijo sufría estas graves agresiones. Dice que el síndrome de Asperger no le permite relacionarse ni tener conversaciones con normalidad y por eso decidieron grabar dos vídeos donde explica todos los abusos que sufrió, para poder entregarlos a la policía.

También afirma que tuvieron que "luchar mucho" para conseguir un tutor personal para el chico y un nuevo instituto donde pudiera seguir el curso.

"Nosotros queremos justicia y como vemos que esta no funciona (...) esperamos que al menos nuestro hijo se recupere y vea que si la justicia no le da apoyo, sus padres han hecho todo lo posible para hacer que los hechos que pasaron no pasen desapercibidos", dice la madre.

La carta acaba apuntando que "en esta sociedad los niños con Asperger tienen que ir a las escuelas ordinarias en Secundaria y muchos de ellos sufren acoso escolar, un monstruo que está creciendo cada vez más y que las instituciones tapan escondiendo pruebas y con indemnizaciones".