Al ver la señal que indica la presencia de un radar, quien conduce suele dar tregua al acelerador. Pero hay tres radares que carecen de señalización en la provincia, según la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

Dos se encuentran en la A-45 (entre Las Pedrizas y Casabermeja, sentido Málaga) y otro en el túnel de Cerrado de Calderón en Málaga (sentido Almería).

AEA afirma que estos dispositivos para sancionar los excesos de velocidad existen porque sus socios han sido multados en esos tramos en el primer trimestre de 2008.

Existen otros siete radares en las carreteras de la provincia (consultar infografía) sobre los que la Dirección General de Tráfico (DGT) sí informa mediante señales verticales y luminosas.

Obligación y prevención

El responsable de la asesoría jurídica de AEA, Salvador Córdoba, argumenta que la legislación de protección de datos obliga a la DGT a colocar señales de que existen cámaras que toman fotos si se excede la velocidad máxima de la vía.

«Pero además, los radares fijos y la política de seguridad vial en general pretenden, en primer lugar, prevenir accidentes. Para ello, lo mejor es informar de la existencia de los radares», argumenta.

La propia DGT afirma que la presencia de estos equipos debe ser señalizada, aunque no sabe explicar por qué hay tres que no lo están.

Hasta seis puntos y 520 euros

La sanción por exceder el límite de velocidad varía en función de cuánto se sobrepase el máximo fijado por las señales. La multa más baja es 100 euros (ir a 91 km/h donde lo máximo es 80) y la mayor, 520 (al superar los 152 km/h en tramos de 80 y los 184 en tramos de 100).

En cuanto a la pérdida de puntos, la resta oscila entre dos y seis créditos. Para que se efectúe una detracción hay que superar al menos en 20 km/h el límite, según establece la normativa vigente.