Las especies invasoras son animales y vegetales que llegan de otras partes del mundo para colonizar un territorio alejado de su espacio natural. En la Comunidad de Madrid se han detectado casi una veintena de las que figuran en el Catálogo de Español de Especies Exóticas Invasoras realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica, según recoge el último Diagnóstico Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente.

El mapache, la cotorra argentina, el lucio, el cangrejo rojo o el galápago de Florida son algunas de las especies no autóctonas que aparecen en el informe debido a que ponen en riesgo la fauna y la flora del territorio madrileño. "En general, hablamos de especies que suponen un enorme daño para la biodiversidad por su capacidad de depredación y reproducción, lo que facilita su expansión. A ello se le une que no tienen depredadores", explica la bióloga Laura Capdevila, coordinadora del Grupo Especialista en Invasiones Biológicas (GEIB).

Su introducción entre nosotros no es casual. "La llegada del 90% de los ejemplares exóticos están relacionados con el comercio. La gente las compra como mascotas y luego se cansan de ellas y las sueltan", afirma Capdevila, que asegura en otros casos la responsabilidad ha sido de la administración: "En los 70 se introdujo en los ríos el cangrejo rojo con fines comerciales con el consentimiento del Gobierno y casi ha acabado con el cangrejo autóctono al ser portador de un hongo mortal".

Entre las especies que más preocupan a los ecologistas está el mapache. Su presencia se detectó en la región en 2003, en el Parque Regional del Sureste, donde ha llegado a ocupar una franja de 70 kilómetros de río ( Jarama, Henares, Manzanares y Tajuña). En pocos años, este mamífero, gracias a su elevada tasa de reproducción, se ha convertido en un problema al provoca daños en los cultivos de los agricultores y ser portador de enfermedades que afectan a las personas y otros animales, además de mostrarse agresivo en su etapa adulta. Los técnicos de la Comunidad han capturado en las 12 campañas específicas efectuadas desde 2007 hasta 2018 un total de 814 mapaches.

Otro ejemplar exótico que preocupa mucho es la cotorra argentina. La mayoría de colonias están en la capital, donde hay unos 10.000 ejemplares. Su proliferación supone un riesgo para el ser humano (los nidos que construyen son pesados y provocan la caída de ramas) y para otras especies de ave como el gorrión o la paloma (les quitan el alimento). Además, emiten ruidos muy molestos.

Por otra parte, el equilibrio medioambiental en los ríos lo ponen en peligro sobre todo el lucio y la perca americana por su voracidad. "Son depredadores que alimentan de otros peces que encima no tienen ningún mecanismo de defensa", dice Capdevilla. La bióloga denuncia que en este asunto la administración solo actúa cuando "el problema es grave" en lugar de hacerlo de forma preventiva.