El Gobierno aprueba la "conducción de agua" a Barcelona y evita llamarlo trasvase

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa de la Vega, ha anunciado en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la aprobación de la "
conducción urgente de agua
desde Tarragona hasta Abrera, en Barcelona, por medio de un decreto ley" para garantizar a los barceloneses el consumo de agua.

De la Vega, que ha evitado llamarlo trasvase, ha explicado que la medida
es la mejor solución porque
no supone "extraer ni una gota de agua del caudal del Ebro". También ha defendido que es
una opción "sostenible", que será temporal y que funcionará hasta que termine la situación de emergencia por sequía o bien se ponga en marcha
la desaladora que proveerá de agua a Cataluña.

"No estamos hablando de un trasvase sino de una conducción de agua, y así de claro queda reflejado en el informe de la Abogacía española", ha dicho. La obra, que supondrá un gasto de
180 millones de euros,

De la Vega ha reclacado que "sería imperdonable e irresponsable" no llevar agua a Barcelona, y que la situación de emergencia es tal que los barceloneses se encontrarían en octubre sin agua para beber.

El minitrasvase aprobado hoy por el Consejo de Ministros no gusta ni a Murcia ni a Valencia, que han pedido recuperar el trasvase del Ebro diseñado por el Gobierno del PP, ni a Aragón, que considera que la medida es contraria a su Estatuto de Autonomía.

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