El Consejo General del Poder Judicial detectó deficiencias en 2007 y retrasos en el Juzgado número 5 de Primera Instancia e Instrucción de Torrejón de Ardoz, encargado del caso del
reciente crimen en Alovera, según informan este viernes el diario
El País y
Sylvina Bassani y su compañero Andrés Marzal fueron
asesinados el pasado 10 de abril por el ex marido de ella, Javier Lacasa, y antes no encontraron el apoyo y ayuda necesaria para evitar un crimen anunciado. La
falta de medios, personal mal preparado e inestable, una psicóloga judicial colapsada ante tantas quejas y que
afirma que no hay malos tratos, un juez que no responde a las denuncias de la víctima y
un fiscal que pide el sobreseimiento de la causa sin dar crédito a las acusaciones de la víctima hablan bien del caos reinante en el citado juzgado.
El abogado de Bassani
se enteró de la decisión del fiscal después de que mataran a su cliente y eso que entre agosto de 2007 y el 13 de marzo remitió ocho escritos relacionados con el caso que nunca le fueron respondidos, asegura también
ABC.
Todas estas negligencias terminaron con un doble crimen, según el informe elaborado por la Inspección del Consejo General del Poder Judicial que propone abrir
diligencias informativas y que se investigue lo ocurrido en el juzgado implicado.
El 29 de abril de 2005 llegó la primera denuncia de la víctima y a partir de entonces se inició un proceso mal orientado y sin ofrecer ningún tipo de ayuda a Sylvina Bassani. El informe de la Inspección acredita que
los abogados presentaron en la causa 28 escritos. Los jueces los fueron contestando -en algunos casos dos o tres meses después y no siempre respondiendo a todas las peticiones- hasta el 2 de agosto de 2007, indica
El País.
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