Pocos días después de la configuración del nuevo Gobierno local de València fruto del pacto alcanzado entre Compromís y PSPV-PSOE, el grupo mayoritario de la oposición, el PP, ha movido ficha con la conformación de un "equipo espejo" o "Gobierno en la sombra", tal y como ha anunciado este miércoles su portavoz, María José Catalá, durante un desayuno informativo.

La iniciativa persigue fiscalizar más de cerca la labor del Ejecutivo municipal con la asignación de concejales del PP a cada área y delegación conformada por el segundo Govern de La Nau, una distribución que según Catalá es "mastodóntica y bastante disfuncional". Así, en función del perfil de los propios ediles, asistirán en nombre del grupo a las distintas comisiones o seguirán la acción de cada responsable de las delegaciones.

La propia Catalá será la encargada de áreas como Hacienda y Economía, junto a Paula Llobet, y Urbanismo y Movilidad, de la mano de Juan Giner. En Bienestar y Derechos Sociales, Julia Climent se ocupará de Educación y Cultura, y Marta Torrado de Servicios Sociales. En Participación, la fiscalización correrá a cargo de María José Ferrer San Segundo, mientras Santiago Ballester, expresidente de las Fallas de Especial, llevará Protección Ciudadana y Cultura Festiva (Fallas). En Movilidad Sostenible y Ecología Urbana estará Carlos Mundina.

La activación del principal grupo de la oposición desde prácticamente el primer minuto del mandato contrasta con la situación vivida durante el anterior, con nueve de los diez ediles investigados por el supuesto blanqueo ligado al caso Taula y con el portavoz, Eusebio Monzó, por patrocinios en el aeropuerto de Castellón.

Otra circunstancia que también cambiará será la estrategia judicial ante posibles acciones contra el Gobierno municipal en prácticas que se consideren irregulares. Según ha afirmado Catalá, las posibles denuncias se analizarán y coordinarán desde el grupo y se presentarán "cuando un proceso judicial tenga posibilidades de prosperar y de derivar en responsabilidades" públicas.

Así pues, el grupo popular no avalará actuaciones individuales, como la del asesor Luis Salom, que ha repetido en el cargo y que en el anterior mandato denunció numerosos contratos que afectaron a concejales como Pere Fuset, Carlos Galiana, María Oliver o Sandra Gómez, entre otros. "Vamos a ir caso a caso y a valorar la entidad jurídica de cualquier irregularidad administrativa", ha añadido Catalá.

Sobre la no personación del PP en la última investigación contra Fuset, ha dicho que les cogió "en un cambio de responsables del partido y del grupo municipal" y que están "valorando" si lo hacen, al tiempo que ha destacado la figura de María José Ferrer y su "perfil jurídico" para coordinar esta estrategia.

Por otro lado, el PP votará en el pleno de este jueves contra todas las medidas de organización propuestas desde Alcaldía: tanto el número de asesores como la subida de sueldos y dedicaciones exclusivas y la limitación de mociones y de preguntas en los plenos. Además, el PP se ha coordinado con Ciudadanos y Vox en un frente común en este tema para ejercer una "oposición frontal".

En opinión de Catalá, la nueva organización puede limitar derechos fundamentales no solo de los ediles de la oposición, sino también de los ciudadanos que les han votado: "Es una ofensiva total contra los miembros de la oposición", ha manifestado.

Preguntada por la cena de verano organizada este viernes por cargos del PP y que se ha interpretado como un cónclave de descontentos con la presidenta regional, Isabel Bonig, la portavoz municipal ha afirmado que todos los actos con amigos "son entrañables". Ha explicado que fue invitada, pero no asistirá, aunque interpreta que la reunión no va "en contra de nadie". "Es momento de apretar filas y de abordar de forma tranquila pero sin freno el congreso provincial y los locales", ha finalizado.