Licenciados se pasan a la Formación Profesional para encontrar un empleo

  • 540 matriculados en FP en Valladolid tienen más de 30 años.
  • Muchos tienen carrera, pero no han encontrado trabajo.
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Estudiar lo que a uno le gusta es importante, pero igual de básico, o más, es que esa formación nos de un trabajo gratificante en el futuro. Esto es algo que no se piensa mucho con 18 años, pero luego tiene sus consecuencias.

Durante este curso, la Formación Profesional tiene 540 matriculados con más de 30 años en Valladolid y muchos son alumnos que ya tienen una licenciatura y que no encuentran su sitio en el mercado laboral. Por eso, y también cansados de no tener un trabajo digno, deciden volver a los apuntes y a las clases.

«Se lanzan a estudiar cualquier módulo y muchos vienen rebotados de la universidad, incluso de las ingenierías. Los hay que no la acaban porque no ven claro que les sirva para lo que ellos realmente quieren y otros que, incluso terminada, no encuentran un buen trabajo y deciden venirse a la FP», asegura el jefe de estudios del CIFP Juan de Herrera.

Aumenta año a año

Los que tienen más de 30 años representan un 8,5% del total pero, aunque parezca poco, ha subido mucho en los últimos años. Hace tres cursos suponían sólo el 6,8% y eran 472. La mayoría son mujeres y deciden hacer un grado superior al que se puede acceder con un grado medio o una carrera universitaria.

Entre estos alumnos, incluso, los hay que se lanzan a seguir estudiando con 50 años o más. En esta situación sólo hay dos valientes en Valladolid. Uno de los problemas es que la formación de la universidad es más general y menos enfocada al trabajo futuro. «Aquí sabes desde el primer día a qué te puedes dedicar», afirma Esther Revilla, una alumna de Prevención de Riesgos Profesionales en Valladolid.

Con pérdida de matriculados

La Universidad y la Formación Profesional siguen luchando por conseguir estudiantes. Ambas han perdido matrícula en los últimos años, según los expertos, por el descenso de la natalidad. Por eso cada una tiene sus problemas. La institución académica universitaria tiene titulaciones que no superan los cuatro o cinco estudiantes nuevos y que se enfrentan a un futuro complicado. El hueso duro de la Formación Profesional son los grados superiores que, en muchos casos, se quedan a mitad de matrícula.

Esther Revilla. P. de riesgos profesionales.

Testimonio

«Quiero trabajar en algo que haya estudiado»

Tiene 30 años y es licenciada en Filología Alemana, pero sus años universitarios no le sirvieron para conseguir un trabajo que la llenara. «Desde que me licencié no he tenido ni uno relacionado con lo mío y por eso decidí estudiar un módulo». Ahora vuelve a enfrentarse a los libros y a los apuntes. «Es duro volver a estudiar, sobre todo al principio. He perdido mucha capacidad de concentración y la primera vez que me senté frente a los apuntes pensé: ¡Dónde me he metido!». Ahora se siente bien porque es una experiencia nueva y un reto. «No me arrepiento de haber hecho una carrera. Saqué muchas cosas personales y me pude ir a Alemania, pero profesionalmente no me ha aportado nada», finaliza.

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