El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ha explicado este martes que el interno que se suicidó el lunes en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, en València, se habría visto implicado en una pelea entre dos grupos minutos antes.

Según ha detallado el delegado en una atención a medios en Alicante, el fallecido "había sufrido una pelea entre dos grupos" y que "a raíz de sus heridas y como parecía que la atención del otro grupo se centraba sobre él", fue aislado del resto "para protegerle provisionalmente".

"Se le estuvo vigilando, y en los escasos minutos que pasó entre un control y otro, parece ser que decidió quitarse la vida", ha explicado el delegado.

Fulgencio ha indicado que las grabaciones de las cámaras de seguridad se han puesto a disposición de la autoridad judicial, y ha lamentado que se haya producido esta situación.

La campaña por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros y el fin de las Deportaciones (CIEs NO) ha exigido este martes al Gobierno una investigación urgente, rigurosa e independiente para conocer las circunstancias en las que se produjo la muerte de un interno en el centro valenciano de Zapadores.

Al parecer, el joven, de 25 años y origen marroquí, apareció muerto en la celda de aislamiento del CIE de Zapadores en la tarde del lunes.

La plataforma ha instado a la Generalitat y al Ayuntamiento de Valencia, que firmaron sendas propuestas para instar al Gobierno a su clausura la pasada legislatura, a poner en práctica su pronunciamiento por el cierre de los CIE.

Asimismo, ha hecho un llamamiento a la asistencia del president de la Generalitat, Ximo Puig; la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, así como al resto de representantes institucionales, políticos y sindicales, organizaciones y movimientos sociales, a una concentración en repulsa la tarde de este martes.

La plataforma ha anunciado que desde que se abrió el primer CIE y comenzaron a practicarse deportaciones en 1987, al menos nueve personas han fallecido en condiciones de encierro y traslado forzoso.

Por ello, la campaña por el cierre de los CIE y el fin de las deportaciones ha exigido que se realice "una investigación inmediata, rigurosa y objetiva" sobre las circunstancias de muerte del interno