Lo más destacado de 'El pan de los ángeles'

Florencia, Manifactura Medicea, Última Cena, c. 1540-1621. El misterio de la transustanciación -la conversión del pan y el vino en la carne y la sangre de Cristo- ha sido objeto de innumerables interpretaciones artísticas. Según la doctrina católica, el sacrificio del Hijo de Dios libera a los hombres del pecado original. En la Eucaristía, el cuerpo de Cristo es el pan de los ángeles. Este tapiz sintetiza el anuncio de Jesucristo de su sacrificio en la Santa Cena. Fue realizado en la fábrica de los Medici, a partir de los cartones diseñados por los artistas florentinos Alessandro Allori.
Alessandro di Mariano Filipepi llamado Sandro Botticelli Virgen con el Niño (Madonna della Loggia), c. 1466-1467. Desde la Edad Media, la figura de la Virgen María toma cada vez más relevancia como representación del lado humano de la divinidad. Esta tendencia se reafirma en el Quattrocento: Sandro Botticelli pinta el rostro dulce y bello de una madre con su hijo en brazos. Pero, a pesar del gesto de ternura, la mirada, entre absorta y pensativa, introduce un matiz de pesadumbre.
Luca Giordano

Subida al Calvario, 1685-1686. La última cena, la crucifixión y la resurrección de Cristo ocupan las últimas salas de la exposición El pan de los ángeles. Entre las obras más relevantes de este apartado hay que destacar esta escena del Calvario de Luca Giordano. El artista napolitano (1634-1705) realizó este óleo sobre lienzo para la capilla de la familia del Rosso, en Florencia. La subida al monte Calvario es un episodio de gran intensidad dramática, objeto de elaboradas representaciones por parte de los artistas del Barroco. Luca Giordano se sirve del expresionismo para conseguir el impacto emotivo sobre el espectador, para moverle a la piedad y la compasión.

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