Los efectos de la crisis siguen apareciendo en más frentes. A la caída de las hipotecas y el descenso general del consumo se suman también los impagos de letras y pagarés, efectos comerciales con los que muchos pequeños negocios consiguen ganar algo de tiempo para pagar a sus proveedores.

Entre enero y febrero, los granadinos no pudieron hacer frente a 12.400 letras y pagarés por valor de 48 millones de euros. El importe casi duplica al que dejaron sin pagar en esos dos meses del año pasado (26 millones). Y el número de efectos comerciales impagados es un 36% superior al de 2007.

Los impagos no son exclusivos de la provincia, están ocurriendo en toda España, aunque el crecimiento aquí es superior.

El sector de la construcción es el que más está sufriendo esta situación de «falta de liquidez», según explican fuentes de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Granada.

Se trata de una cadena en la que, al bajar las ventas y el consumo, muchos pequeños negocios se quedan con ingresos pendientes y éstos, a su vez, tienen que atender pagos a proveedores que, llegado el vencimiento de su letra o pagaré, no pueden atender. Instaladores eléctricos, cristalerías o escayolistas están entre los que sufren esta falta de liquidez.

A eso se suman las crecientes dificultades para conseguir financiación de los bancos, que han cortado el grifo de los créditos y la refinanciación de las deudas tanto a empresas como a los particulares.

Pero no sólo las empresas tienen problemas con los pagos, esta situación también afecta a los consumidores. Para evitarlo, Javier Cejuela, portavoz de Facua en Granada, aconseja huir de los créditos rápidos y de la reunificación de deudas. «Los intereses que cobran luego superan el 20%», asegura. A la hora de comprar, recomienda elaborar siempre una lista de las necesidades y no abusar de las tarjetas de crédito. Luego se paga todo junto.

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