Al parecer, "el interno se encontraba nervioso y solicitaba una medicación que no tiene prescrita por los servicios médicos". Durante el altercado y ante la petición de ayuda del único funcionario que se encontraba en enfermería, han acudido otros compañeros para auxiliarlo.

La formación sindicial Acaip-UGT ya había denunciado que la venta de latas de conservas en el economato podía provocar que los presos las utilizaran como potenciales armas, pero según han criticado, "la dirección no atiende las peticiones de los sindicatos".

Según los datos de la formación sindical, el déficit de personal en la prisión alicantina supera el 40% y no dispone de un módulo de aislamiento. Por ello, Acaip-UGT ha lamentado que "la administración no dota de medios suficientes a sus trabajadores".