Llega el verano y las farmacias se quedan sin medicamentos. Durante los meses en los que la población de las localidades costeras llega a multiplicarse hasta por diez, los farmacéuticos no dan abasto para pedir algunos fármacos a los laboratorios. "Día a día, hacemos el pedido: son unos 300 medicamentos los que pedimos y unos 150 los que nos sirven", dice una. "Tenemos que estar buscando por otros almacenes para que nos los puedan dispensar", añade otra.

Son medicamentos esenciales para la tensión, para los enfermos del corazón o que se utilizan como relajantes y en algunos casos, no tienen sustituto. "El Metoject, que ha estado en montón de tiempo en desabastecimiento y es un inmunosupresor que usan enfermos de lupus y de primera necesidad", explica una farmacéutica.

Una falta de previsión por falta de los laboratorios que perjudica a gran parte de los veraneantes. La situación afecta a más de 500 productos diferentes, según los datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.