La investigación se inició a raíz de una llamada al 112 realizada en torno a las 09.15 horas del 12 de enero de 2015, donde un matrimonio alertaba que dos jóvenes encapuchados y armados con un revolver que habían irrumpido momentos antes en su domicilio de la localidad de Patalavaca, los inmovilizaron con unas bridas y sometieron a golpes para sustraerles joyas y objetos por valor de 130.000 euros.

En las primeras indagatorias los investigadores confirmarían el relato de las víctimas, recopilando con la inspección técnico-ocular evidencias físicas y documentales que serían esenciales para la futura resolución del caso; dichas evidencias se remitieron a través del Laboratorio de la Comandancia de las Palmas al Departamento de biología del Servicio de Criminalística de la Dirección General de la Guardia Civil.

En idéntico sentido, pudo comprobarse mediante las lesiones -múltiples hematomas de golpes, contusiones en el cuello y muñecas- que presentaban las víctimas, demostrando la violencia de los asaltantes, que llegaron a emplear técnicas de lucha que casi asfixian a una de las víctimas tras conseguir desprenderse de las bridas, ya que intentaron huir.

PRIMEROS AVANCES.

En primera instancia, y teniendo en cuenta el modus operandi, la descripción y habilidades físicas de los asaltantes, las líneas de investigación de la Guardia Civil se centrarían en reunir un listado de personas dedicadas a la actividad criminal organizada con historiales por delitos violentos y con conocimientos en artes marciales.

Tras más de un año de investigación y descartes de potenciales candidatos, la Guardia Civil pudo identificar al primer asaltante a través del cotejo de su perfil genético con evidencias físicas y biológicas halladas en el escenario del robo. Éste es un varón de 28 años, experto en artes marciales mixtas y que había competido además en eventos deportivos, destacando que está cumpliendo una condena en prisión por ser el líder de una organización criminal dedicada a robos con violencia en domicilios y locales de alterne.

Los agentes acudieron a prisión a informales de su investigación por el robo descrito, dando cuenta seguidamente al Juzgado de Instrucción nº 2 de Maspalomas, que tutelaba la investigación.

La Guardia Civil continuó realizando actividades encaminadas a identificar al segundo asaltante, explorando el círculo de relaciones del primer asaltante dando sus frutos tres años desde que se produjera el robo, logrando identificar al segundo varón -también experto en artes marciales- mediante el cotejo de su perfil de ADN.

Siguiendo con las

distintas actuaciones y averiguaciones realizadas durante la investigación, finalmente la Guardia Civil reunió

indicios de criminalidad suficientes que acreditarían el robo y la violencia desmedida ejercida sobre las víctimas, localizó y detuvo al segundo presunto autor del robo con violencia referido, ordenando el juzgado correspondiente su ingreso en prisión provisional.