La huelga de transporte de viajeros por carretera que se inició el pasado lunes 7 de abril en la provincia de Toledo está haciendo mucho daño a los miles de usuarios que normalmente utilizan el autobús como medio de transporte para desplazarse a su lugar de trabajo. Pero es sin duda la capital regional, con 24.000 usuarios diarios, la que más está sufriendo las consecuencias.

"A diario, 24.000 personas utilizan el transporte público para desplazarse al trabajo o hacer su vida cotidiana; el pasado viernes, con la huelga, sólo pudieron usarlo 7.500 personas. Eso supone que 16.500 personas tuvieron que coger su vehículo, con los problemas de circulación que eso conlleva", se lamentaba el concejal de Movilidad, Rafael Perezagua.

Difícil solución

Y el conflicto parece que no se soluciona y va para largo. Los representantes de las empresas de transportes más importantes de la provincia han anunciado que la huelga será todos los días e indefinida a partir del próximo 26 de abril. Los 1.800 trabajadores afectados han respaldado esta medida, pidiendo "perdón públicamente a todos los usuarios afectados".

"La gente tiene que entender que estamos en nuestro derecho y que los mayores perjudicados somos nosotros, que dejaremos de cobrar durante el tiempo que dure la huelga". El representante de SAMAR , Ángel García, ha anunciado que la patronal "tiene diez días para reflexionar y mover ficha, para desconvocar esta huelga sin sentido".

"La patronal puede subir los precios de los billetes lo que quiera, que es algo que repercute en el viajero, pero sin embargo nosotros tenemos que seguir cobrando lo mismo desde hace ya tres años", ha protestado García, quien ha añadido que "sólo pedimos 300 euros y un plus por trabajar los domingos, que es lo que cobran en otras comunidades autónomas".

No termina ahí el conflicto. Juan García, representante de Unauto , ha informado de que "la patronal está intentando boicotear la huelga porque empresas como Rubicar no cumplen los servicios mínimos y en muchos casos obligan a los trabajadores de Madrid a hacer turnos dobles sin los descansos correspondientes, lo que pone en peligro la seguridad de los viajeros".

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