En su discurso de investidura, Ángel Víctor Torres ha dicho que los ingresos que reciben las familias canarias están vinculados a los salarios, que son los segundos más bajos del país y que están congelados desde 2009. En este contexto, afirmó que la lucha contra la pobreza y la exclusión social será la prioridad del nuevo Gobierno.

Para ello, se comprometió a poner en marcha un plan de inclusión social y lucha contra la pobreza, que preste especial atención a combatir la pobreza infantil, y que incluirá la renta ciudadana para, entre otras cosas, permitir que las personas más desfavorecidas puedan sufragas sus gastos más básicos.

A su vez, el futuro Gobierno de Canarias impulsará "sin demora" la aplicación de la nueva Ley de Servicios Sociales, en colaboración con cabildos y ayuntamientos; dotará de personal y recursos el sistema público de servicios sociales; propiciará un plan de empleo para parados de larga duración y colectivos de difícil inserción, sobre todo en las islas no capitalinas, y promoverá un "gran" acuerdo social y político por la consolidación de los servicios públicos esenciales para garantizar el bienestar de los canarios.

En materia educativa, Ángel Víctor Torres indicó que revisará las estrategias ya desarrolladas y asumió el compromiso para que la inversión en Educación y becas llegue en los presupuestos autonómicos al 5% del PIB de acuerdo a lo establecido en la Ley Canaria de Educación. También prometió recuperar, en colaboración con los ayuntamientos, los comedores de verano vinculados a proyectos educativos y deportivos.

Igualmente, dijo que trabajará por una educación de 0 a 3 años universal, pública y de calidad, incrementando la financiación para el primer ciclo de Educación Infantil y presentando el mapa escolar de 0 a 3 años. "El futuro de Canarias depende de que en el presente entreguemos a nuestros hijos e hijas la mejor educación posible", aseveró Torres.