Según informa la Comisaría Provincial, la dueña del establecimiento, ubicado en la calle La Vellés, presentó la denuncia, en la que reseñó que uno de los empleados había observado la entrada de dos mujeres con un carro de bebé, acompañadas de una niña de unos once años.

Además, reconoció a las mujeres por haber cometido pequeños hurtos en ocasiones anteriores, por lo que las siguió, simulando ser un cliente, y vio cómo llevaban una cesta de la compra en la que depositaban productos del supermercado y cómo introducían otros en una bolsa de piscina.

Cuando salieron, una de ellas pasó con la cesta de compra por caja, donde abonó los efectos que portaba, mientras que la otra y la niña salieron por la zona "sin compra", un momento en el que saltaron las alarmas antihurto.

Entonces, los empleados les pidieron para mostraran el contenido de la bolsa de piscina, instante en que ellas empezaron a insultarles y amenazarles, tratando de golpearles también con el carrito y lanzándoles efectos sustraídos, incluso una de las mujeres golpeó con una bofetada a uno de los trabajadores.

Los empleados, dado "el carácter violento y las amenazas", optaron por evitar el enfrentamiento y las mujeres pudieron abandonar el lugar, pero las gestiones practicadas por la Policía han permitido identificar a las dos presuntas autoras de los hechos, ambas con antecedentes, y han sido detenidas en las dependencias policiales, a donde acudieron voluntariamente tras su citación.