El 7 de mayo se produjo el accidente laboral mortal en las obras en una casa de Lloret, y al investigar lo ocurrido se constató que la víctima estaba en situación irregular, no tenía contrato con la empresa ni estaba dado de alta a la Seguridad Social.

Los investigadores también constataron que la empresa no había instalado las estructuras y elementos de seguridad obligatorios y que los trabajadores no disponían del equipo de seguridad obligatorio y, al menos tres, estaban en situación irregular trabajando en esa obra.

Tras hacer nuevas comprobaciones, los Mossos vieron que la empresa empleaba a trabajadores en situación irregular, sin contrato y sin dar de alta a la Seguridad Social para varias obras.

Por todo ello, el 5 de julio detuvieron en Blanes (Girona) a los dos responsables de la empresa como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores, y uno de ellos ya tenía antecedentes.

Los dos quedaron en libertad tras declarar en comisaría con la obligación de presentarse ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Blanes cuando les requiera.